Nico González, la peor noticia para la Masia 10 años después

Hace diez años, un joven talento gallego llamado Nico González llegó a La Masía con sueños de triunfar en el club más grande del mundo, el FC Barcelona. Procedente del Montañeros, el centrocampista gallego recorrió todas las categorías del club catalán hasta que, a los 19 años, debutó en el primer equipo bajo las órdenes de Ronald Koeman, el 15 de agosto de 2021, ante la Real Sociedad en el Camp Nou. 

Desde bien pequeño, Nico González encarnaba el puro ADN Barça: un jugador forjado en la cantera y que representaba la esencia del estilo de juego del club. Su debut fue un momento emotivo para él y su familia, quienes sintieron un orgullo inmenso al ver cómo sus esfuerzos y dedicación daban sus frutos. Esta semana, el centrocampista gallego se despedirá del FC Barcelona y emprenderá un nuevo camino en el Oporto.

Nico en el Mallorca Barça / FCB

Su irrupción en el primer equipo del Barça

Desde que Nico disputó sus primeros minutos, la confianza que los entrenadores han depositado en él ha sido irregular. El gallego apareció junto a Gavi para ayudar a sostener una plantilla que, de arriba a abajo, se caía a trozos. Leo Messi había dejado el club hace días, y la situación económica obligó a Koeman a apostar por la Masía. 

Nico y Gavi, aplaudiendo a la afición del Barça, en un partido en la Europa League / FCB

Fue entonces cuando, gracias a sus actuaciones destacadas, dando fluidez al juego y goles, el entrenador neerlandés lo convirtió en un jugador clave. Sin embargo, el técnico actual del Barça, Xavi Hernández, no ha compartido la misma fe en el joven centrocampista. Para el de Terrassa, Nico no encajaba en el estilo de juego que buscaba en sus jugadores. No lo veía como un mediocentro posicional al estilo de Sergio Busquets, ni tampoco consideraba que tuviera la agilidad mental y precisión necesaria para los interiores.

Su cesión al Valencia

Ante las dificultades para ganarse un lugar en el once titular del Barça, Nico González tomó una decisión importante para su futuro. En la temporada pasada, pidió una cesión y Valencia fue su destino. El medio lo vio como una oportunidad para continuar su desarrollo y demostrar su valía en otro escenario, antes de volver a triunfar en el equipo de sus sueños. 

Y, pese a que el joven futbolista aprovechó su estancia en Mestalla para adquirir experiencia y mejorar sus habilidades en el campo, una lesión de larga duración, sumado a la situación de un club desestabilizado deportiva e institucionalmente, impidió que su préstamo fuera tan provechoso como todos esperaban. 

Una nueva etapa en el Oporto

Tras concurrir su cesión, Nico volvía a la disciplina culé con ganas de demostrarle a Xavi que, ahora sí, estaba preparado para competir por un puesto en la medular azulgrana. No obstante, el gallego ha visto como, poco a poco, el Barça ha ido sumando efectivos que aumentan, más si cabe, la competencia por su puesto. Oriol Romeu y Gundogan suponían dos nuevos obstáculos en su sueño.

Oriol Romeu y Sergi Roberto en un entrenamiento del Barça Víctor Salgado - FCB

Tras conversar con Xavi, ensimismado en su idea y con la mosca en la oreja del club bregando por revertir la situación económica, ambos llegaron a un acuerdo para que el jugador abandonara el Camp Nou, a priori, de manera definitiva. El Oporto pagará 11 millones de euros, en una operación que ha dejado un sabor agridulce en el corazón de los culés, que tienen una -justificada- predilección por los integrantes de la Masía. 

¿Es un adiós, o un hasta luego?

Si bien el Barça se ha reservado una opción de recompra de 15 kilos por el jugador, su partida deja un vacío. Nico parecía encarnar el prototipo del futbolista al estilo Barça: entendimiento táctico, visión de juego, llegada al área y una dedicación incuestionable.

Messi en su debut contra el Oporto / EFE

El adiós -o hasta luego- de Nico González ha conmovido a La Masía y a todos los que veían en él un futuro brillante en el Can Barça. Su marcha deja un sentimiento de desazón, ya que muchos lo veían como el recambio ideal de Sergio Busquets o, al menos, un jugador válido para liderar la medular azulgrana durante muchos años.

Con 21 años, el gallego aún tiene tiempo para crecer y seguir aprendiendo, demostrando que es un futbolista capaz de triunfar en el escenario europeo. Aunque su paso por el Barça haya terminado -seguramente- para siempre, el legado de Nico en La Masía perdurará como un ejemplo de la calidad de jugadores y personas que puede producir el club. Un tipo brillante en los estudios, que vivía por y para el fútbol y con un comportamiento ejemplar dentro y fuera del campo. 

Nico González, Gavi, Arnau Tenas y Ferran Torres celebran el gol del delantero valenciano en el clásico del Bernabéu / FCB

Su historia es un recordatorio de que el camino hacia el éxito en el fútbol es a menudo desafiante y lleno de altibajos, pero la perseverancia y la determinación pueden llevar a grandes logros.