La venta de un canterano por 10 millones genera división en el entorno Barça

Este jueves se ha oficializado la salida de Álex Collado rumbo al Betis. Anteriormente, fue Chadi Riad, que se unió también al conjunto verdiblanco. Son siete en total las bajas del Barça en lo que va de verano. Poco a poco, el club azulgrana va cerrando ventas que liberan masa salarial para poder inscribir jugadores en el tan estricto Fair Play Financiero.

La octava venta está al caer. Para muchos, la más dolorosa hasta la fecha. Nico González, una de las perlas de la Masía que, junto a Gavi, salvó los muebles de un Barça de Koeman que se caía en pedazos, será nuevo jugador del Oporto en las próximas horas.

El canterano no es del gusto de Xavi

El año pasado, el centrocampista gallego se marchó cedido al Valencia con el objetivo de tener minutos, madurar y regresar a Can Barça para cumplir su sueño de triunfar en el primer equipo. Nada más lejos de la realidad, Nico sufrió lesiones y el conjunto ché no vivió la mejor temporada de su historia. A su vuelta, el canterano no ha logrado convencer a Xavi y ni si siquiera ha viajado con el equipo a la gira de pretemporada por Estados Unidos. 

Este nuevo movimiento de mercado ya no es una cesión. El Oporto pagará 11 millones de euros para fichar a Nico, que tendrá un contrato de cinco temporadas con su nuevo club. Y aunque el Barça tiene una opción de recompra acordada, muchos culés saben cómo van estas cosas y están tristes por su salida.

Nico González, durante un partido con el FC Barcelona en una imagen de archivo / REDES

¿10 kilos por Nico? El culé opina

Antes de conocer la cifra final de la venta -11 kilos-, Culemanía encuestó a los seguidores del Barça a través de su cuenta de Twitter, preguntando sí venderían a Nico González por un monto similar al que finalmente será. La respuesta, sorprendente. 

Hay división en el seno culé. Prácticamente un empate. El 56% de los culés aprueban la venta de Nico al Oporto y la consideran una buena operación. Sin embargo, el otro 44% no se muestra satisfecho de perder a una de las joyas más prometedoras de la Masía en los últimos años.