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No fue el sueño de aquellos valientes lo que confundió a los que se quedaron despiertos para ver el debut del Barça 23/24: el conjunto azulgrana volvía a vestir de blanco 40 años después. En frente, el Arsenal de Mikel Arteta, exornado con su habitual rojo carmín, obligó a los trasnochadores a esperar media hora más de lo previsto por un atasco sufrido en el trayecto hacia el SoFi Stadium de California. Un majestuoso templo que se olvidó de cuidar un césped en un estado deplorable, más si cabe para dos equipos que precisan de un verde húmedo y rápido para exhibir su mejor fútbol. 

Xavi Hernández salió con todo, y la revolución la guardó para el segundo acto. Dest en el lateral derecho, los nuevos fichajes, Oriol Romeu y Gundogan, y Abde en el extremo izquierdo fueron las sorpresas que el técnico egarense traía preparadas en el once. El Arsenal, mucho más rodado en su tercer partido, solo intercambió una pieza tras el paso por vestidores. 

Oriol Romeu y Ter Stegen hablan sobre el césped EFE

'Abdecadabra' y 'Lewangoalski' abrieron la lata

El encuentro comenzó accidentado. Ambos conjuntos frenaron las posesiones largas mediante repetidas faltas, que incluso sacaron de quicio a un colegiado que no tardó en llevarse la mano al bolsillo y sacar las cartulinas a pasear. En este contexto, solo un destello de talento diferencial podía abrir la veda. A los siete minutos, Abde recuperó el balón en campo propio y comenzó a correr, consciente de que hay pocos más veloces que él.

Con la desvergüenza de un extremo que vive un momento dulce, el marroquí no se achantó y, donde el resto solo veía defensas rojos, él divisó un carril despejado en banda izquierda hasta llegar al área. Levantó la cabeza y asistió para que Raphinha se topara con Ramsdale, y Lewandowski recogiera el rebote y definiera a placer, demostrando que el olfato goleador no se pierde con los años. 

La respuesta gunner no tardó en llegar

Arteta y sus pupilos no agacharon la cabeza, conscientes de que su superioridad en el ritmo podía hacer mella. Su elevada -y efectiva- presión dificultó que el Barça pudiera conectar con Oriol, Gundogan y Pedri en salida de balón. Asimismo, y a diferencia del equipo culé, los gunners pudieron practicar un juego posicional en campo rival y encontrar los desajustes en la defensa azulgrana, que fue todo un drama. Un error defensivo de Christensen, que Marcos Alonso no llegó a corregir a tiempo, provocó que Bukayo Saka se incrustara en las troneras del área y definiera como mandan los cánones, ante un Ter Stegen, que nada pudo hacer para evitar el empate. 

Lewandowski con el balón en el partido ante el Arsenal EFE

Llegados al ecuador del primer acto, Araújo emuló a su compatriota Luis Suárez en el Mundial 2010 ante Ghana, se vistió de guardameta y puso la mano para impedir que el Arsenal se adelantara en el marcador. El colegiado no dudó y señalo penalti. El uruguayo protestó como el que en un juicio sabe que es culpable e intenta convencer al juez de lo contrario. Nada que hacer. Saka fue intimidado por un Ter Stegen, que estrenaba capitanía y tiró de telequinesis para desviar el disparo con la mente hacia la línea de fondo.

Ul gol de falta del Barça, dos años después

La tónica del partido no cambió. El Arsenal sacó a pasear el cañón que figura en su escudo y probó al portero alemán hasta la saciedad. Sin embargo, fueron los de Xavi quienes de nuevo se adelantaron en el marcador. El Barça volvió a anotar un gol de falta dos años y un par meses después. Fue el 2 de mayo de 2021 el día que Messi marcó el último tiro libre como culé. Esta noche, Raphinha rompía la maldición con la ayuda de Odegard, contra quien golpeó el balón antes de pillar a Ramsdale a contrapié y entrar llorando por la portería. Antes del descanso, Havertz puso -de nuevo- el partido en tablas, cerrando un primer acto que no dejó vestigios de somnolencia entre los aficionados. 

La defensa culé fue un continuo drama

En la segunda parte, si hubo alguna buena noticia en el seno del Barça, no fue el rendimiento defensivo. Solo Balde, sin rastro de la lesión y del virus estomacal, se salvó de la hecatombe en la zaga. Koundé abrió las piernas para que Trossard, nombrado mejor jugador del partido, anotara el tercero.

Sergi Roberto no tapó un centro de Thierry para que, otra vez el belga, aumentara la distancia en el marcador. Finalmente, Éric García asistió a Fábio Vera, que completó la manita gunner con un golazo por la escuadra desde 25 metros, imposible para Iñaki Peña. El guardameta azulgrana recogió más veces la pelota de la red que paradas realizó. 

Gol de Ferran y buenos minutos para Ansu y Fermín López

El Barça intentó hacer daño al Arsenal en transiciones rápidas y estrelló el balón al palo hasta en dos ocasiones. Primero Dembelé, una de las luces verdes en el segundo acto, y luego Balde. A la tercera fue la vencida, el extremo francés inició un contragolpe y asistió a Ferrán Torres, que se reivindicó como goleador, no así en el juego del equipo. Buenos minutos también para Ansu Fati, al ‘10’ se le vio especialmente rápido y atrevido. Lamine Yamal entró en la recta final, y no necesitó más para generar una ocasión de gol. La idea, pero, fue mejor que la ejecución.

En el centro del campo, el mejor fue el canterano Fermín López, muy participativo y con presencia constante en las jugadas de ataque. De Jong no destacó y Kessié, sin pena ni gloria, jugó -probablemente- sus últimos minutos con la camiseta del Barça. Lenglet, quizás no pueda decir eso, pues no diaputó ningún minuto. Igual que Gavi, aún afectado por el virus, y los canteranos Faye, Aleix Garrido, Álex Valle, Astralaga y Marc Casadó, que esperan su oportunidad. 

Fermín López debuta con el Barça @fcbarcelona_es

Luces y sombras en el debut del Barça

Luces y sombras en el estreno de Xavi en la gira de Estados Unidos, que comienza con derrota. El FC Barcelona deberá corregir los errores defensivos que han costado cinco goles. Aun así, las sensaciones que dejan algunos futbolistas, cuyo rendimiento era una incógnita, permiten hacer una valoración positiva. Los nuevos fichajes necesitan más rodaje y se espera que en el Clásico del sábado den un paso adelante.

El análisis de este primer examen será largo y tendido. Aunque no haya sido más que un amistoso y se puedan sacar conclusiones precipitadas, no hay nada más culé que ilusionarse y desesperarse a partes iguales a la mínima de cambio. Pero siempre con cuidado, una mala interpretación de los hechos puede conducir al diagnóstico equivocado. Mientras esto no le ocurra a Xavi, a Deco o a Mateu Alemany, todos tranquilos. Los culés, al menos, han visto espectáculo en un partido que ha dejado ocho tantos. Ahora, buenas noches para unos, y buenos días para otros. Sea lo que sea, no ha hecho falta ni café para aguantar despierto viendo a este nuevo Barça.

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