"¿Otra vez volverá a pasar esto?", le preguntó Hansi Flick a Joan Laporta en marzo, cuando aún no sabía si el CSD le arrebataría a Dani Olmo. "No lo sé, pero seguiremos luchando", respondió el presidente.

Seis meses después, la vida sigue igual. Ya sabemos, porque así lo admiten desde el propio club, que el Barça no podrá inscribir futbolistas con normalidad, como mínimo, hasta el mes de agosto. Para llegar a la ansiada regla del 1:1, el Barcelona necesita incluir en su auditoría la venta de los 475 asientos VIP que cerró durante el pasado mes de enero. Esta venta desapareció de las cuentas intermedias durante el mes de marzo. La auditora, Crowe, no permitió que el club registrara la operación porque los asientos aún no estaban disponibles.

Si el Barça es capaz de abrir el estadio el día 10 de agosto, ya nadie podrá poner ningún asterisco a la operación y el Barça habrá dado un paso de gigante para cumplir con los requisitos salariales de La Liga.

Aún así, llevamos meses avisando que con esta operación no será suficiente. El Barça deberá deshacerse de un salario importante para llegar al 1:1. Y blanco y en botella, leche: Marc André Ter Stegen está nominado para abandonar la academia. El portero alemán mantuvo una conversación con Flick la semana pasada en la que el técnico le trasladó que, si se queda en el Barcelona, no jugará.

En el club creen que el sueño de Ter Stegen es jugar el mundial como titular con su selección, después de tantos años siendo el jefe de la oposición de Manuel Neuer. El portero siempre ha creído que su suplencia era un asunto más político que deportivo y sabe que está a pocos meses de cumplir su objetivo. Por ello, en el Barcelona creen que acabará abandonando el club durante este mercado.

Mientras tanto, Ter Stegen insiste en quedarse y luchar por la titularidad. La parsimonia del alemán tiene su lógica, ya que el club tiene 4 porteros, cuenta con dos de ellos y sin embargo, solo tiene inscritos a los dos descartados. Si la inscripción de Joan García y Tek depende de la salida del alemán —como se ha deslizado desde los despachos de Arístides Maillol—, Ter Stegen lo tiene claro: si no se va, no pueden inscribir a sus rivales. Elemental, querido Watson.

Los eternos problemas con el Fair Play Financiero de La Liga sitúan al Barça en una posición de debilidad. Lo vimos con Nico Williams, con Dani Olmo en enero, y ahora con Ter Stegen, que tiene contrato hasta 2027 y un salario diferido que lo convierte en uno de los mejores pagados de la plantilla.

Por tercer verano consecutivo, el club no puede acudir al mercado con garantías mínimas. La planificación deportiva vuelve a quedar condicionada por una mochila que, con voluntad y sentido común, podría aligerarse con medidas básicas.

No tiene sentido que los salarios de las secciones se incluyan en la masa salarial del primer equipo. El Barça es el club español que más aporta al deporte y a las selecciones nacionales, con equipos punteros en baloncesto, balonmano, fútbol sala y hockey patines. Que, tres años después, los sueldos de estos deportistas resten capacidad de inscripción al equipo masculino de fútbol es incomprensible. Aún más ilógico es que el fútbol femenino afecte al fair play del masculino.

Si la Liga quiere incentivar su competición femenina debería dar facilidades a los clubs para invertir en esos equipos y no poner palos en las ruedas. En total, los salarios de las secciones le suponen una mochila al Barcelona de cerca de 100 millones de euros, una cantidad fácilmente  subsanable, pero que, incomprensiblemente, sigue ahogando el Fair Play del Barça.

Paulo Araujo, el hombre que puso orden en el Barça

Esta semana se despidió de Barcelona Paulo Araujo, director de scouting del club. Discreto, trabajador y mano derecha de Deco durante tres años, ordenó en silencio los procesos internos de captación de talento.

Ahora, para fichar a un jugador, este debe superar hasta ocho filtros. Se le estudia en diversas fases: datos estadísticos, vídeos, observación en directo y análisis de su encaje táctico. En total, el futbolista atraviesa ocho etapas desde su detección hasta el fichaje.

Araujo se va dejando buenos resultados. Aciertos como Mika Faye o Eman Kospo, con quienes el Barça ha generado ingresos, y fichajes como Pau Víctor o Gerard Martín, que han sido útiles al primer equipo pese a no haberse formado en La Masía. Todo esto lo logró con presupuestos cada vez más ajustados.

Su última apuesta: Roony Bardghji.