El 41º Congreso Mundial de Peñas tuvo lugar el pasado mes de febrero / FCB

El 41º Congreso Mundial de Peñas tuvo lugar el pasado mes de febrero / FCB

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La Confederación de Peñas se reivindica: "Generamos 12 millones al año"

El organismo presidido por Toni Guil destaca el papel de las Peñas en el impacto directo en el FC Barcelona

24 agosto, 2021 22:59

Todavía continúa el lío entre la Confederación Mundial de Peñas y el FC Barcelona. El conjunto catalán, presidido por Joan Laporta, decidió romper con el organismo cuando el pasado marzo firmó el compromiso de continuidad con el movimiento peñístico. Algo contradictorio.

Laporta, presidente del Barça, durante la Asamblea de socios compromisarios / FC Barcelona

Laporta, presidente del Barça, durante la Asamblea de socios compromisarios / FC Barcelona

Laporta, presidente del Barça, durante la Asamblea de socios compromisarios / FC Barcelona

Fue una promesa incumplida por parte del mandatario catalán, y ya son varias. Laporta dijo que sí en marzo, antes de las elecciones, y dice que no, una vez en el poder. Todo un varapalo para la Confederación, que siempre ha recalcado su deseo de colaborar con el club independientemente de quién forme parte de la junta directiva en cuestión.

Han querido alzar la voz para reivindicar su función útil y necesaria en la entidad. Fue en una entrevista a Ser Catalunya donde el presidente de la Confederación Mundial de Peñas, Toni Guil, explicó un dato relevante para el aficionado culé y que dejaría en mal lugar a la junta de Joan Laporta

Un alto rendimiento económico

Eso es lo que generan las peñas. Y no debe pasarse por alto. Toni Guil, en la mencionada entrevista, sacó pecho al decir que la Confederación Mundial de Peñas genera “unos 10 o 12 millones de euros por temporada al club”.

Imagen de un Congreso Mundial de Peñas en agosto de 2018 / FCB

Imagen de un Congreso Mundial de Peñas en agosto de 2018 / FCB

Un congreso de Peñas / FCB

Toda una declaración de intenciones que aclararía la guerra entre el organismo y el FC Barcelona, que rompió unilateralmente el convenio firmado. Además, una de las cláusulas de dicho escrito, dice que no se puede romper el vínculo sin un aviso previo de dos años de antelación. Cosa que no se ha cumplido, sin duda.

El Barça pide explicaciones

Tras las declaraciones vertidas por Toni Guil, se ha sabido que algunos directivos del Barça se pusieron en contacto con el programa radiofónico de cara a aclarar el origen de esas cifras descritas por el presidente. Es más, El CEO del Barça, Ferran Reverter, ha requerido que la Confederación dé explicaciones sobre ello.  Quiere el detalle, por escrito, sobre la gestión de cómo gastaba los 3 millones anuales que recibía en el convenio cada año. Un desglose de las cifras es lo que pide el director general del club.

Ferrán Reverter en su presentación como CEO del Barça / FCB

Ferrán Reverter en su presentación como CEO del Barça / FCB

Ferrán Reverter en su presentación como CEO del Barça / FCB

El magazine afirmó saber por fuentes de la Confederación de Peñas, que siete millones de euros estarían relacionados con la venta de entradas y merchandising. De los 170.000 peñistas, se ha calculado que el gasto medio de cada uno de ellos es de 40 o 50 euros, cosa que justificarían los mencionados siete millones de euros. A eso hay que sumar los cinco o seis millones que pagan los socios (carnets y abonos) que forman parte del organismo. Sin embargo, desde el club se le ha quitado importancia ya que argumentan que sería el mismo gasto sin ser peñistas.

Un conflicto que va para largo

Joan Laporta y Josep Ignasi Macià, directivo responsable, tienen intención de presentar en septiembre su nuevo proyecto para las peñas. Este proyecto es “sin chiringuitos, sin intermediarios, sin nadie que cobre, dice el Barça, tres millones, que es lo que cobraba la Confederación“. Todo este embrollo seguirá, ya que la Confederación no piensa contribuir a las intenciones de Laporta, que no quiere negociar. Una división que quiere crear en el movimiento de peñas azulgranas y que no hará más que perjudicar los intereses de la entidad, algo defendido por Toni Guil.