Laporta, debilitado: menos ejecutivos y más obstáculos para inscribir a Dani Olmo

Joan Laporta está más solo que nunca. El presidente del FC Barcelona todavía cuenta con el apoyo de los directivos en los asuntos más trascendentales, como la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor en la Liga, pero ya no tiene el soporte de una sólida estructura ejecutiva. Esa fuga de talentos en el último año y medio ha dejado muy debilitado al abogado barcelonés en este tramo de su mandato.

En el incesante movimiento en las oficinas del Camp Nou se ha visto a Laporta reunirse con Rafa Yuste, Joan Soler y Ferran Olivé. El asunto es que la negligente gestión del Barça en la inscripción de su fichaje estrella del verano deja en evidencia que no solo basta con los directivos --y Alejandro Echevarría-- de confianza del mandatario. También es clave la presencia de profesionales que ayuden a aliviar esa carga tan pesada.

Las bajas más dolorosas

Precisamente, el FC Barcelona ha echado en falta dos nombres importantes: Mateu Alemany y Franc Carbó. El primero es bien conocido por haber sido el director deportivo de la entidad hasta 2023. Alemany no solo es un gran experto en materia futbolística, sino también una persona que tiene una buena relación con la Liga. El tipo de enlace que siempre viene bien cuando existen tantos contactos seguidos con la patronal en pocas semanas.

El ejecutivo Franc Carbó posa en una imagen oficial del Barça FCB

No menos es importante es la ausencia de Carbó, director de gestión de fútbol desde 2017. Seguramente pocos sepan que era, junto a Mateu Alemany, una de las personas más informadas y preparadas en las cuestiones sobre el famoso Fair Play financiero de la Liga, que tantos problemas ha dado en los últimos años de crisis económica al Barça. Se trataba de un hombre de club con más de una década como azulgrana, pero que a comienzos 2024 dio un paso al costado tras aceptar una tentadora oferta de Al Ittihad de Arabia Saudí.

Cada vez más solo

La baja de Mateu Alemany y Franc Carbó ha resonado con fuerza en los últimos días, teniendo en cuenta que parte de la gestión del caso Olmo ha coincidido con la ausencia de Deco por vacaciones. El actual director deportivo del FC Barcelona se fue a Brasil para pasar las fiestas. Estuvo igualmente conectado del caos que se ha vivido en las oficinas culés, pero igualmente muy lejos de la acción.

Deco y Mateu Alemany, charlando en el palco REDES

La dirección deportiva refleja debilidad. Deco fue una pieza clave en el fichaje de Dani Olmo y no ha estado presente en los días de mayor tensión. Laporta ha confiado en dar plenos poderes al ejecutivo azulgrana, pero lo cierto es que el Barça necesita de otro profesional que permita equilibrar las responsabilidades. De lo contrario, el club se expone a un escenario en el que Hansi Flick podría quedarse sin un futbolista importante en lo que resta de temporada.

Fuga de talento

Ferran Reverter, antiguo CEO del FC Barcelona, es otro nombre que también entra en la lista de la fuga de talento. Se marchó de la entidad en febrero de 2022 y desde entonces nadie ocupa su cargo. Laporta y Ferran Olivé --es el tesorero-- son los que han tapado la ausencia del especialista en el sector empresarial. Esa perspectiva tan diferente de un director general es lo que ha dificultado al Barça negociar mejores condiciones en la cesión de los asientos Vip del Camp Nou.

"Se marchó Reverter, y la gestión del club derivó hacia el personalismo", lamentaba un exejecutivo a Culemanía el año pasado. Esa visión de Laporta de un Barça más familiar no ha parado de crecer. Maribel Meléndez (máxima responsable corporativa) y Eduard Romeu (vicepresidente económico) también dieron un paso al costado en 2024, alargando así la enorme lista de bajas de profesionales.

Dudas con Olmo

No todos responden a los mismos motivos, pero dejan en evidencia que trabajar en el actual FC Barcelona supone un dolor de cabeza por la constante improvisación de los altos mandos. Esa misma tendencia es lo que ha provocado que Dani Olmo y Pau Víctor tengan dudas sobre su futuro, debido a que ahora se aferran a una cautelar a través del Consejo Superior de Deportes. Laporta insiste en refugiarse en su círculo más cercano, pero esto solo hace que el Barça juegue con mucho fuego.