Confirmado el mayor fracaso de Laporta: la RFEF y la Liga dejan a Dani Olmo sin licencia
- El presidente, pese a conocer desde agosto que el centrocampista catalán quedaba libre el 1 de enero, ha reaccionado tarde, y mal, y acudirá a la justicia para obtener una cautelar
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La normativa de la RFEF no permite la inscripción de Dani Olmo, ni la de cualquier otro jugador, una segunda vez en un mismo equipo. Así de sencillo. Sin embargo, Joan Laporta, habituado a sobrevivir en situaciones extremas, y negligentes, intentó salirse con la suya. El Barça interpretaba el reglamento federativo de otra manera: el caso de Olmo y Pau Víctor es único y no hay ninguna ley que esté preparada para regularlo. La RFEF y la Liga han interpretado el reglamento tal y como está escrito. De manera literal. Y, en consecuencia, no han tramitado una nueva licencia para los dos futbolistas. Ya es oficial: el Barça se queda sin su fichaje estrella cuatro meses después de firmarlo. Acudirá al Consejo Superior de Deportes y a la justicia ordinaria para pedir una cautelar.
Sus fichas ya estaban dadas de baja. La Liga, que se oponía a inscribir de nuevo a los jugadores azulgranas, las invalidó el 1 de enero a las 00:00 horas, pese a que Laporta envió la documentación relativa a la venta de palcos Vip del Camp Nou, que permitía al club regresar a la norma 1:1 del control económico e inscribir a Olmo, el día anterior.
Pero el dinero por los asientos Vip llegó tarde: el pasado 3 de enero, fuera de plazo, el Barça ingresó un pago de 28 millones de euros, perteneciente al 40% de un contrato de 70 millones, y otro de 30 millones. Así, el comunicado de la Liga es diáfano. "La Liga ha resuelto ampliar el Límite de Coste de Plantilla Deportiva". Aunque, por otro lado, "la Comisión de Seguimiento está de acuerdo en no conceder el visado previo, ni la licencia definitiva solicitada, de acuerdo con la interpretación literal de los artículos 130.2 y 141.5". En lenguaje cristiano, el Barça vuelve al 1:1, pero se queda sin Olmo y Víctor.
'In extremis'
Sin licencias, Laporta solicitó unas nuevas antes de las 23:59 horas del 31 de diciembre. El artículo 141.5 de la RFEF, que indica que "los futbolistas cuya licencia se cancele, no podrán, en el transcurso de la misma temporada, obtener licencia en el mismo equipo" y que teóricamente anularía cualquier tipo de esperanza, no estaba pensada para un caso como el de Olmo. Esta era la defensa del presidente.
Porque Dani Olmo siempre ha querido jugar en el Barça y estuvo inscrito en el club azulgrana desde un inicio. Esta normativa, según la defensa del club catalán, estaba hecha para jugadores como Gabri Veiga, que se marchó a Arabia y a los pocos meses quería volver. Todos los puntos anteriores al artículo 141.5 mencionan casos como el de Veiga, pero no como el de Olmo.
La "disposición reglamentaria"
Esto es lo que quería utilizar el Barça para conseguir, fuera de plazo, reactivar las inscripciones de Olmo y Pau Víctor. Bajo esta "disposición reglamentaria", Laporta pretendía esquivar la ley, dictada también por la norma 130.2: "Un futbolista podrá estar inscrito en un solo equipo de un club, sin posibilidad de ser dado de baja y alta por el mismo en el transcurso de la misma temporada, salvo caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria". La Liga y la RFEF no lo han permitido. Veremos un juez.
Jan, de manera negligente, lo deja todo para última hora. Cuando juegas con fuego, puedes quemarte. Había arriesgado demasiadas veces, salvándose por los pelos. Esta vez, la RFEF y la Liga le han dado un golpe de realidad. Es su mayor fracaso como presidente. Ha tardado cuatro meses en ponerse a trabajar.