El Palau Blaugrana, la asignatura pendiente de Laporta para potenciar las secciones: solo factura 5,6 millones

El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, puso freno al gasto sin retorno en las secciones. El abogado catalán volvió con la tijera en la mano para aplicar los recortes en medio de una grave recesión económica. Tras cuatro años de mandato, el Barça Femenino es el único deporte profesional rentable, al margen del equipo masculino. Por ello, las obras del Camp Nou ocupan el primer plano en las prioridades del club. La necesidad imperante pasa por generar 347 millones de euros en ingresos con el nuevo estadio remodelado.

La otra cara de la moneda, el Palau Blaugrana. El proyecto de financiación del nuevo pabellón azulgrana todavía no está cerrado y el directivo responsable de la sección de baloncesto, Josep Cubells, pecó de optimista en las previsiones sobre el inicio de la obra en febrero de 2025. El recinto actual, con capacidad para 7.500 aficionados, incumple el requisito de aforo de 10.000 espectadores impuesto por la Euroliga. Para más inri, en el curso 2023-24, el Palau cerró con récord de facturación de 5,6 millones de euros.

Evolución insuficiente

Lo cierto es que la evolución en los ingresos por taquillaje es ascendente, como desvela la Memoria Anual del ejercicio 23-24. Se trata del máximo histórico del templo de equipos tan laureados como el Barça de balonmano o el hockey sobre patines. Sin embargo, la cifra de negocio todavía dista de convertirse en una pata robusta que sostenga la inversión en las secciones.

La facturación del Palau Blaugrana alcanza el récord de 5,6 millones en la temporada 2023-24 FCB

La asistencia media al Palau Blaugrana en desde la temporada 18-19 hasta la 23-24 FCB

El Palau batió el récord histórico de facturación, con el pase Vip temporada, el Vip partido a partido, y los gastos de gestión incluidos. La facturación aumentó un 11% respecto a la temporada 22-23 y culminó un 6% por encima del presupuesto 23-24. El basket registró un incremento del 31% en el Vip partido a partido, y del 24% en el Vip temporada. La subida de los precios, tendencia que ha venido para quedarse, compensó el ligero descenso de la asistencia: bajó un 1% en el caso del baloncesto, con una media de 5.800 espectadores, y un 3,8% en las demás secciones.

El agujero del basket

El área de baloncesto ingresó unos 4,9 millones en concepto de competiciones y unos 800.000 euros por socios y abonados. Junto a los 4 millones percibidos por derechos audiovisuales y 7,1 kilos por publicidad, la sección anotó un volumen de negocio de 16,9 millones. La balanza queda desequilibrada por un gasto de 31,8 millones. En definitiva, 10,3 millones de pérdidas. Una losa menos pesada que otros años como la campaña 22-23, saldada con un agujero de 56,6 millones, agravado por las indemnizaciones astronómicas a Nikola Mirotic y Cory Higgins.

Para el vigente curso 24-25, el agujero de antaño volverá a crecer hasta los 20 millones, consecuencia de un aumento en el presupuesto de gastos. Las previsiones sobre los ingresos aumentan ligeramente hasta los 21,7 millones: 5,9 kilos en competiciones, 900.000 euros por socios y abonados, 4,3 millones en derechos televisivos y 10,5 millones por patrocinios. Hasta que el nuevo Palau no vea la luz en 2027 --según las previsiones del club--, la distancia entre la inversión y la facturación será insalvable.

Objetivo: 10.000 abonados

El recinto actual alberga 7.500 asientos, mientras que la media de aforo de la Euroliga se sitúa en los 12.500. La capacidad del Palau limita la recaudación en materia de abonados hasta la construcción de un nuevo espacio que albergará 15.000 butacas. Unos 4.500 socios adquieren el pase de temporada para las secciones. La junta directiva encabezada por Joan Laporta quiere doblar la cifra hasta el horizonte de los 10.000 culés con el abono anual.

El Palau Blaugrana, inundado por la afición del Panathinaikos REDES

El diseño del nuevo Palau Blaugrana, el futuro pabellón del Barça FCB

Una utopía, hasta que el Espai Barça coja forma. Los retrasos en la remodelación del Camp Nou han demorado el proyecto del nuevo Palau, en un segundo plano. El Real Madrid representa el espejo en el que mirarse en materia de taquillaje. El WiZink Center aloja más de 13.000 asientos, por lo que el basket merengue recaudó 8,9 millones en materia de socios y estadio durante el curso 23-24. Los ingresos en la sección madridista escalaron hasta los 25,1 millones, aunque el desembolso de 46,4 millones desniveló la cuenta de pérdidas y ganancias hasta 20,8 millones en negativo.

Imagen de archivo del WiZink Center, ahora rebautizado como Movistar Arena

En el Santiago Bernabéu sí pueden impulsar el basket a pérdidas, porque los 1.073 millones de ingresos de la institución restablecen cualquier desequilibrio. En Can Barça, malabares financieros como la venta fallida de Barça Vision mantienen la economía azulgrana atascada en una espiral de incertidumbre, al menos, hasta alcanzar la velocidad de crucero una vez de regreso en el Camp Nou. El basket barcelonista sufre restricciones presupuestarias y no puede permitirse el lujo del eterno rival de levantar trofeos a cualquier precio.