Joan Laporta y Florentino Pérez dirigen dos grandes clubes que históricamente se han enfrentado dentro y fuera del campo. El FC Barcelona y el Real Madrid son la máxima representación de la rivalidad en el fútbol. Sin embargo, eso no quita que, en momentos de necesidad financiera, los dos mandatarios decidan tejer alianzas estratégicas. Son muchos los frentes que comparten ambas partes, sobre todo al tener tantos enemigos en común.
Barça y Real Madrid son dos colosos en Europa. Pero la entrada de nuevos actores en el fútbol (PSG y Manchester City) y la monopolización de ciertas vías de ingresos como los derechos de televisión provocan que Laporta y Florentino vayan de la mano para hacer frente a esa realidad. Ambos se fijan en los mismos objetivos de cara a mantener a sus respectivos clubes en la cúspide de la élite mundial.
Laporta y Florentino charlan amistosamente
El acercamiento entre los dos dirigentes solo es posible por la presencia de Liga, UEFA y RFEF en el horizonte. Los tres organismos figuran como enemigos de los dos clubes del fútbol español. Ya no solo por los conflictos individuales, sino también porque todos son contrarios al proyecto que más une a Laporta y Florentino: la Superliga Europea.
Guerra abierta
El objetivo de los mandatarios del FC Barcelona y el Real Madrid, a través de la Superliga, es tener un control absoluto de los ingresos por derechos televisivos. Desde su perspectiva, consideran que los monopolios externos protagonizados por la Liga y la UEFA impiden obtener una mayor porción del pastel a los clubes profesionales. Algo que esperan cambiar con el proyecto de competición.
La UEFA, como es evidente, se niega a que sea una realidad por las consecuencias que implicarían para la Champions League. Mientras que la Liga, presidida por Javier Tebas, ha señalado en más de una ocasión que la Superliga Europea supone un peligro para "la estabilidad económica de las ligas nacionales y sus clubes".
La postura de la RFEF
La RFEF fue una voz bastante crítica a los planes de Laporta y Florentino. Ya en 2021 se mostraron contundentes con el nacimiento de la Superliga. Hasta el punto de amenazar con medidas deportivas y judiciales. Con la llegada de Rafael Louzán a la presidencia de la Federación, el tono con los presidentes de los dos clubes ha sido menos hostil.
Javier Tebas y Rafael Louzán en un acto de la Federación Española de Fútbol
Sin embargo, la RFEF igualmente representa otro enemigo que comparten tanto Barça como Real Madrid. Esto se debe a que Louzán mantiene una relación más cercana con Tebas que la que tenía Luis Rubiales, antiguo dirigente de la Federación. De hecho, el presidente de la Liga fue nombrado como uno de los vicepresidentes de la directiva de Louzán. Al estar ambos en el mismo barco representan una alianza que Florentino Pérez pretende frenar con la ayuda de Joan Laporta.
Más cerca que nunca
Florentino, que cumplió 78 años el pasado 8 de marzo, quiere dejar como legado una nueva competición que revolucione el fútbol mundial. La Superliga es el proyecto más importante en esta etapa de su vida. Pero solamente podría ser una realidad si el FC Barcelona, con Laporta a la cabeza, pone de su parte en todo el proceso.
"El Barça y el Madrid se tienen que ayudar. Se lo digo con toda sinceridad. Tenemos que pensar que es un club que está entre los más grandes del mundo", expresó el mandatario merengue en la última asamblea de socios. Fue una enorme declaración de intenciones, donde Florentino sabe que necesita de un aliado muy grande para superar a organismos de peso como Liga, UEFA y RFEF.
Paz entre clubes
La prueba de la alianza reforzada entre Barça y Real Madrid es que los altos mandos del club madrileño se han mantenido al margen de las últimas batallas culés. Fueron varios los equipos (Atlético de Madrid, Sevilla FC, Athletic Club y UD Las Palmas) los que alzaron la voz por la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor en el mes de enero. El madridismo esperaba que la directiva merengue hiciera lo mismo, pero lo cierto es que dejaron a Laporta en paz.
Florentino Pérez y Joan Laporta, en un acto previo a la final de la Supercopa en Arabia Saudí
"Estoy agradecido a los clubes que no se han pronunciado. Con Florentino Pérez hemos hablado de la Supercopa en Arabia Saudí porque pensamos que debemos mejorar algunos aspectos", manifestó el abogado barcelonés a mediados del mes de enero. Un cambio de tono que refleja los intereses comunes entre los dos dirigentes, especialmente en lo referente a la búsqueda de nuevos ingresos.