El cartel de Limak decora la zona de obras del Camp Nou

El cartel de Limak decora la zona de obras del Camp Nou Víctor Malo CULEMANIA

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El Barça puede retener 192 millones a Limak en caso de retraso en las obras del nuevo Camp Nou

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Limak Construction no ha cumplido con su parte del trato. No es de extrañar, desde el principio se supo que los plazos previstos por el FC Barcelona para la ejecución de las obras del Spotify Camp Nou no eran realistas. Aún así, la compañía turca firmó un compromiso para abonar un millón de euros como penalización por cada día de retraso en la entrega. Según ha podido confirmar Culemanía con fuentes del Barça, la fecha de regreso pactada era el 29 de noviembre de 2024, en el 125 aniversario del club. Por lo tanto, la penalización no dependía de la finalización definitiva de las obras --cómo se hizo creer en un primer momento--, prevista para verano de 2026, sino de la vuelta del público al Camp Nou. 

Esto significa que Limak incumplió el acuerdo hace 14 días. Lo que a su vez quiere decir que el Barça ya podría exigir 14 millones de euros a la constructora turca. Pero no lo hará. El club va a una con Limak, su apuesta ganadora para la ejecución de las obras. Tras acceder al trabajo después de ganar un concurso cuyas condiciones se modificaron a última hora, el club no quiere enviar un mensaje de falta de confianza en su aliado. Es por este motivo que se agarra a la normativa UEFA para justificar un retraso en el regreso al Camp Nou que, desde el club, aseguran como "no imputable a Limak"

Dos medidas de garantía 

Lo que no explica el Barça, porque "forma parte de un contrato privado", es que esa penalización de un millón de euros por cada día de retraso tiene un tope. Según ha podido saber Culemanía, son 192 millones de euros. Es decir, la junta de Laporta contempló un retraso máximo en las obras de 192 días. En caso de demorarse todavía más el regreso al Camp Nou, el club no tendría más garantías. Podría reclamar igualmente, pero no tendría el dinero "en mano". 

La evolución de las obras del nuevo Camp Nou

La evolución de las obras del nuevo Camp Nou Víctor Malo FCB

La forma que ha utilizado el Barça para asegurar, al menos, esos 192 millones como garantía de cumplimiento de Limak ha consistido en dos retenciones del 10%. Por un lado, el club exigió un aval bancario a Limak por el 10% del coste de las obras, cifrado en 960 millones de euros. Por tanto, el aval ejecutable asciende a 96 millones. Por otro lado, el club retiene un 10% de cada certificación de obra que abona a la constructora turca. Esto significa que habrá retenido otros 96 millones de euros en total, a lo largo de todos los pagos acordados durante la reforma. 

El Ayuntamiento, señalado  

La realidad es que el Barça ha decidido no penalizar a Limak por el momento. Desde el club defienden que el retraso en el regreso al estadio no es imputable a Limak, sino al Ayuntamiento de Barcelona. Aunque no quieren hacer públicas estas quejas, en el club tiene claro que fue el consistorio, entonces gobernado por Ada Colau, el que permitió instaurare jornadas de trabajo de 24 horas. Luego rectificaron ante la avalancha de quejas de los vecinos y redujeron a entre 12 y 15 horas el horario permitido para ejecutar los trabajos. 

Ada Colau, durante la etapa de alcaldesa de Barcelona en que autorizó las obras del Camp Nou

Ada Colau, durante la etapa de alcaldesa de Barcelona en que autorizó las obras del Camp Nou EFE

El otro gran señalado por el Barça es la UEFA, aunque en este caso no tanto la institución sino la normativa. El club se dirigió al organismo rector del fútbol europeo para solicitar la posibilidad de terminar la primera fase de la Champions jugando en el Camp Nou y éste rechazó tal posibilidad.

El papel de UEFA

Básicamente se trataba de un solo partido, el Barça-Atalanta del próximo 29 de enero. La UEFA contestó al Barça que no era posible hacer esa excepción a la normativa. Que el club podría cambiar de sede de cara a la segunda fase de la Champions, cuyas fechas de inicio pueden ser ocho distintas: los días 11/12 (ida) y 18/19 (vuelta) de febrero en una hipotética eliminatoria para los que no queden entre los ocho primeros clasificados de la liguilla; o los días 4/5 y 11/12 de marzo de 2025, en que se celebran los octavos de final.

Aleksander Ceferin, máximo mandatario de la UEFA

Aleksander Ceferin, máximo mandatario de la UEFA REDES

El mensaje dirigido por el club es que no se quieren compatibilizar los dos estadios. "El día que nos vayamos de Montjuïc será para no volver", llegaron a decir representantes del Barça en una de las últimas ruedas de prensa referentes a las obras. Por tanto, el club ha descartado la posibilidad de jugar partidos de Liga en el Camp Nou y mantener Montjuïc para la Champions. Al existir dicho impedimento, entienden y justifican que el retraso en el regreso ya no es imputable a Limak. 

Limak toma oxígeno 

El primer partido donde ya no existirá la incompatibilidad de estadios por la normativa UEFA es el del 2 de febrero contra el Alavés. A partir de ahí, todo lo que no sea jugar en el Camp Nou ya tendría que ser imputable a Limak a todos los efectos. Sin embargo, ya es noticia que el Barça-Alavés también se jugará en Montjuïc porque las entradas están a la venta. El siguiente en la lista es el Barça-Rayo del 16 de febrero (con permiso de la Champions). Otras opciones son el Barça-Real Sociedad (2 de marzo), el Barça-Osasuna (9 de marzo) y el Barça-Girona (30 de marzo). 

El logo de Limak brilla en plenas obras del Camp Nou

El logo de Limak brilla en plenas obras del Camp Nou Víctor Malo CULEMANIA

La estancia en el Olímpic Lluís Companys de Montjuïc está garantizada hasta el 31 de marzo. Esto quiere decir que, sí o sí, el partido del 6 de abril contra el Betis se tiene que jugar en el Camp Nou. Y, antes que ese, se tendrá que jugar el primer partido de la Liga de Campeones que toque por sorteo.

Riesgo de ridículo monumental 

Todo lo que no sea jugar la segunda fase de Champions en el Camp Nou sería un ridículo espantoso del club. Por lo tanto, la clave residirá en si los chicos de Flick hacen los deberes y consiguen asegurar una plaza entre los ocho mejores. Eso aliviaría a una junta directiva que podría retrasar el regreso al estadio hasta mediados de marzo y aplicar unas penalizaciones inferiores, a contar desde el 2 de febrero. En el Barça confían en cumplir estos plazos realistas; los iniciales ya se han incumplido.