El nuevo Camp Nou progresa adecuadamente. Superados los trámites burocráticos y la controvertida elección de Limak Construction para la ejecución de la obra más importante del club en los últimos 40 años, Joan Laporta reitera que la recuperación económica del FC Barcelona pasa por la futura explotación del estadio. El presidente insiste en su deseo de que el primer equipo regrese al Camp Nou en diciembre de este año y remarca que la entidad ingresará entre 340 y 350 millones de euros anuales por su explotación, unos 200 más que actualmente. En el Barça, no obstante, el optimismo de Laporta es matizado. La vuelta a casa podría demorarse unas semanas más y aseguran que el gran impacto económico será perceptible dentro de cinco o seis años. No, inmediatamente.
Las grúas forman parte del paisaje del Camp Nou. Unos 1.800 operarios trabajan día tras día en la reforma del estadio, inaugurado en 1957. Los pilares de la tercera grada son visibles desde hace cinco meses y Limak intensifica ahora las obras en la primera y la segunda grada. Su actual prioridad es la mejora de las 64.000 localidades que estarán disponibles dentro de unos meses.
Las dos primeras gradas
El Barça ha modificado los pasillos de la primera grada. También ha eliminado algunas localidades bajas, las de peor visibilidad, y colocará asientos más amplios y cómodos. Menos cambios sufre la segunda grada, que no puede modificarse, más allá de ampliarse sus accesos por motivos de seguridad. El regreso al Camp Nou, además, dificultará los movimientos de las grúas y los trabajos diarios.
Laporta y Elena Fort, vicepresidenta institucional, mantienen que el Barça regresará al Camp Nou a finales de año. Al máximo dirigente le gustaría que el partido de Liga contra el Atlético de Madrid (22 de diciembre), de la 18ª jornada, se disputara ya en el estadio barcelonista. La otra fecha que contemplan es el 26 de enero de 2025, coincidiendo con la vista del Valencia (jornada 21). Entre estas dos fechas se disputará (del 8 al 12 de enero) la Supercopa de España.
Cambios respecto al proyecto de Bartomeu
Limak, después, centrará las obras en la construcción de los dos anillos de palcos y en la tercera grada, que, por primera vez, será simétrica. Según la actual junta directiva, en la grada construida en 1982, durante la presidencia de Josep Lluís Núñez, se detectaron muchas patologías y optaron por su derribo. En el penúltimo proyecto, durante el mandato de Josep Maria Bartomeu, la grada que sufría más cambios era la primera. En la tercera se igualaban todas las gradas, manteniendo las ya existentes.
La primera gran reforma del Camp Nou permitió que el Barça superara los 100.000 socios. El crecimiento de la masa social era el gran objetivo de Núñez. Laporta, en cambio, prioriza el aumento de ingresos por la explotación del estadio, sobre todo de sus localidades VIP.
Las cifras del nuevo estadio
El nuevo Camp Nou tendrá 104.600 asientos, todos cubiertos por primera vez desde su estreno. También tendrá un boulevard de 360 grados y un mirador panorámico. En el Barça, no obstante, aseguran que “será el mejor campo de Europa pero no del mundo” porque el club no se puede competir con las nuevas construcciones de Estados Unidos, mucho más costosas que la reforma del estadio barcelonista.
El Barça también cambiará los lavabos y facilitará la movilidad del Camp Nou con la instalación de 69 ascensores de última tecnología y 78 escaleras mecánicas. También habrá 3.000 plazas de aparcamiento, un hotel, oficinas y desaparecerán las vallas exteriores para facilitar la integración del campo a los vecinos de Les Corts. El futuro Espai Barça se completará la construcción de un nuevo Palau Blaugrana (15.000 espectadores), del Petit Palau y de una nueva pista de hielo.