Josep Lluís Núñez presidió el FC Barcelona durante 22 años, de 1978 hasta 2000. Su longevo mandato siempre será recordado por unos inicios convulsos, por la recuperación económica del club, por su convivencia con Johan Cruyff y los éxitos de las secciones profesionales. Pero, sobre todo, por la ampliación del Camp Nou y la masa social barcelonista.
El Camp Nou, en 1978, tenía una capacidad máxima para 93.000 espectadores. Cuatro años después, el campo del Barça podía acoger a 120.000 espectadores tras la construcción de la tercera grada, con motivo del Mundial de 1982. El club, paralelamente, pasó de tener 77.000 socios a superar los 100.000, con unas cuentas saneadas que permitían fichar a las grandes estrellas del fútbol mundial como Bernd Schuster, Diego Armando Maradona, Ronald Koeman, Romario, Rivaldo y compañía.
El Museo del Camp Nou
Núñez también construyó el Museo del Camp Nou, el tercero más visitado de España con unos ingresos de 42 millones de euros hace dos años. El exempresario constructor cambió la historia del Barça. Despolitizó el club y tuvo una relación más tensa que cordial con Jordi Pujol, entonces presidente de la Generalitat de Catalunya.
Hoy, 42 años después de la celebración del Mundial de España, el campo del Barça también está en obras. Si importante fue la reforma de Núñez, mucho más ambiciosa todavía es la de Laporta. Tras modificar el proyecto inicial del expresidente Josep Maria Bartomeu y Nikken Sekkei, el actual dirigente se cargó la tercera grada que construyó Núñez.
Reforma con muchas dudas
La actual reforma del Camp Nou costará, finalmente, 960 millones de euros más intereses. Como mínimo. Laporta argumentó que la tercera grada del estadio tenía muchas patologías y optó por construir una totalmente nueva y simétrica. También levantará dos anillos de palcos entre la segunda y la tercera grada y mejorará la visibilidad de la primera, eterna asignatura pendiente del Camp Nou.
La actual reforma del Camp Nou arrancó con muchas dudas por su impacto económico. Desde el entorno del expresidente Núñez también se lamentó que se cargara su gran obra. Asimismo, arquitectos y constructores españoles expresaron su malestar por la adjudicación de las obras a Limak Construction, una empresa de dudosa reputación.
Un estadio más elitista
El nuevo Camp Nou será un estadio menos popular y más elitista. En los últimos años apenas contaba con 2.200 localidades VIP. A partir de 2026, tendrá hasta 9.400 asientos de alto standing. Y la aportación más ingeniosa de Laporta tal vez sea la construcción de un boulevard de 360 grados entre la primera y la segunda grada. Por otra parte, todos los espectadores (104.600 asientos) estarán cubiertos por primera vez desde que se inauguró el Camp Nou en 1957 y en la cúpula habrá un mirador de 360 grados.
Núñez ya intentó renovar el Camp Nou en 1999 pero chocó con la oposición de los vecinos de les Corts. Su Barça 2000 no fue aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona. Mejor sintonía tiene ahora Laporta con el actual alcalde, Jaume Collboni, encantado con la supresión de las barreras arquitectónicas del estadio y la creación de nuevas zonas verdes.
Los futuros ingresos por el Camp Nou
El Espai Barça contempla la construcción de un hotel y oficinas. También el derribo del actual Palau Blaugrana y la edificación de uno nuevo en los terrenos del antiguo Miniestadi. De momento, la prioridad es la reforma del Camp Nou, que según Laporta "volverá a ser el mejor estadio del mundo". El actual presidente estima que el club ingresará 340 millones de euros con la explotación de un campo que diseñó Francesc Mitjans y transformó al Barça en uno de los grandes clubes de Europa con Núñez de presidente.