Joan Laporta es abogado y, tal vez, se maneja mejor con las palabras que con los números. Su oratoria es fluida, pero las cuentas, al menos las del Barça, no le cuadran. Demasiados números rojos. Tras un año horrible con Xavi Hernández de entrenador, el presidente azulgrana confía en Hansi Flick y busca un fichaje mediático para animar a la afición barcelonista. Tras el desengaño con Nico Williams, Laporta persigue otro fichaje de primer nivel.
El Barça quiere un extremo TOP. Un jugador desequilibrante. Esta es la petición que le ha hecho Hansi Flick a Laporta y a Deco. El presidente asume que, antes, deberá ingresar dinero por alguna venta sonada. No basta con desprenderse de Lenglet, Vitor Roque o Ansu Fati. La salida más esperada, ahora, es la de Raphinha.
Pendientes de Raphinha
Laporta y Deco esperan que Raphinha acepte la oferta que maneja del Manchester United. El delantero brasileño ha descartado la opción de jugar en Arabia Saudí y persiste en su idea de triunfar en el Barça. Pero Flick quiere un extremo más rápido, más desequilibrante.
El futbolista más deseado por Deco es Luis Díaz. El delantero colombiano juega en el Liverpool, equipo en el que la pasada temporada disputó 51 partidos en los que marcó 13 goles y dio cinco asistencias.
Barcelonista confeso
Luis Díaz siempre ha simpatizado con el Barça. Siempre lo ha dicho. A sus 27 años le gustaría cambiar Liverpool por Barcelona, aunque tenga que bajarse el sueldo. El problema es que el club inglés pide 70 millones de euros por su traspaso. Mucho dinero.
Laporta aprieta. Sus sueños, últimamente, no se cumplen, pero quiere dar un golpe encima de la mesa con Luis Díaz para combatir el desencanto generado por la continuidad de Nico Williams en el Athletic. Los fichajes de un mediocentro y un lateral derecho, también necesarios, no son prioritarios.