La primera y la segunda gradería son intocables. Están protegidas por el Patrimonio Arquitectónico de Barcelona. La tercera, acabada de construir en el año 1982, a orden del presidente Josep Lluís Núñez, se ha derribado. Era insegura para el público, tal y como ha afirmado la vicepresidenta institucional del club, Elena Fort. "Decidimos que las obras de la tercera gradería se hacen porque las personas corrían peligro. Si no teníamos ni para la luz, daba igual, es que había que reformarla", ha declarado rotundamente.
"Nos gastamos 1,5 millones para asegurarla porque la situación era compleja. Se jugaron partidos con riesgo", ha continuado la directiva de la entidad. Hay que recordar que en época de Josep Maria Bartomeu como presidente, según el informe que publicó La Vanguardia, se ignoraron algúnas "patologías" en el estadio que requerían "acción inmediata". A esto hacia referencia la vicepresidenta.
Joan Sentelles, director de operaciones del Espai Barça, ha estado presente en la rueda de prensa sobre las obras del Camp Nou, posteriores a la visita guiada a los periodistas por el estadio. "La tercera gradería estaba muy maltrecha. Tuvimos que poner redes en todo el estadio para garantizar que no cayese ningún resto", ha puntualizado Sentelles. El club hizo unas pruebas al último anillo de localidades. Los resultados fueron inaceptables. En consecuencia, el Barça se decidió por tumbar la grada de manera instantánea.
Los aficionados estaban seguros
A pesar de las duras declaraciones de Fort, Sentelles ha relatado que "los partidos se jugaron al 100% de seguridad". "No era un riesgo de caerse, sino de que se desprendiesen piedras o restos", ha especificado.
"Daban una vida de 20 años a la tercera gradería. Hacer una nueva en el futuro era impensable. La calidad del hormigón ya era muy mala, desde el 1982 que está en pie. Se decidió demolerla y hacer una nueva", ha argumentado Sentelles.
La clave son la primera y la segunda gradería
En cualquier caso, la construcción de la tercera gradería no tiene nada que ver con el regreso al Camp Nou. La previsión del Barça es retornar a finales de diciembre de este año 2024, con un 60% del aforo. Esto pasa por tener la primera y la segunda gradería en perfectas condiciones, pero no la tercera, que se irá incorporando durante 2025.
"Trabajamos con la intención de jugar el último partido a finales de diciembre, pero a medida que las obras avancen pueden surgir imponderables", ha destacado Joan Sentelles. "Los objetivos son, a finales de este año, con todos los esfuerzos posibles, tener listas la primera y la segunda gradería, en funcionamiento y accesibilidad", ha sentenciado Lluís Moya.