El camino recorrido en la última década y media por el FC Barcelona con la masa salarial ha sido bastante turbulento. De subidas y bajadas pronunciadas, motivado especialmente por el tipo de gestión de los últimos presidentes del club: Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu y Joan Laporta. Desde la época de bonanza más importante de la historia del Barça hasta vivir uno de los momentos económicos más delicados a partir del impacto de la pandemia.
Cada uno de esos tramos ha marcado de manera significativa los gastos deportivos del club. El punto de partida del artículo lo marca Rosell, que empezó su andar como dirigente de la entidad en 2010. En aquel entonces el mandato tuvo como contexto la presencia del mejor Barça de la historia, por lo que el objetivo principal era mantener en lo más alto al equipo de Pep Guardiola.
La comedida gestión de Rosell
Ante de empezar el ciclo presidencial de Rosell en el Barça, la masa salarial rondaba los 306 millones de euros en la temporada 2009-10. Lejos de impulsar un gasto desenfrenado para mantener al primer equipo en el primer escalón del fútbol europeo, la dirigencia apostó por una gestión más comedida. En el curso que el club conquista la cuarta Champions League de su historia --el primer año de Rosell en el mando--, los gastos deportivos se posicionan en los 301 millones de euros.
Los costes generales volvieron a bajar en la temporada 2011-12 hasta los 298 millones de euros, coincidiendo ese año con la despedida de Pep Guardiola como director técnico del primer equipo. La marcha del legendario entrenador supuso una alarma en el proyecto deportivo, donde los altos mandos apostaron por Tito Vilanova y Gerardo Martino en los siguientes dos cursos. En cada uno hubo un incremento de la masa salarial, que saltó de los 305 a los 319 millones.
Ese fue el último año en el que la masa salarial del FC Barcelona quedó por debajo de los 400 millones. La temporada 2013-14 tiene como punto de inflexión la millonaria operación de Neymar Júnior, que se convirtió en uno de los ejes del Barça. Curiosamente, el fichaje del astro brasileño supuso el origen de la dimisión de Rosell en enero de 2014, debido a la demanda de un socio por presuntas irregularidades en el acuerdo.
Bartomeu dispara el gasto
Con la salida de Rosell, las elecciones presidenciales del Barça se celebran en 2014, dando como ganador a Josep Maria Bartomeu. El enfoque principal del exdirigente azulgrana fue rodear al primer equipo de estrellas y de blindar a los principales referentes con contratos estratosféricos. Ya en su primer año, el gasto de la masa salarial se disparó hasta los 419 millones de euros.
La línea de costes se mantuvo en las temporadas 2015-16 y 2016-17, donde se posicionaron en 435 y 432 millones de euros, respectivamente. Pero a partir del siguiente curso hubo un salto abismal en los gastos de la masa salarial, teniendo en cuenta que la salida de Neymar provocó que la junta directiva decidiera invertir 225 millones --montante fijo--en los fichajes de Ousmane Dembelé y Coutinho para cubrir la baja del atacante brasileño. Esa gigantesca cifra hizo que se disparara hasta los cielos la masa salarial, tanto por los salarios como por la amortización.
A partir de la temporada 2017-18, los gastos deportivos del Barça ascendieron a los 600 millones de euros. En ese mismo año llegó hasta los 639 millones, en el curso 2018-19 se disparó nuevamente a los 671 millones y en el siguiente ejercicio descendió a los 642 millones, aunque se mantuvo en una cifra peligrosa por los fichajes de Antoine Griezmann y Frenkie de Jong. El disparado coste salarial también se explica por las diferentes renovaciones de las estrellas del primer equipo, como es el caso de Leo Messi, Gerard Piqué, Luis Suárez o Sergio Busquets.
El sube y baja de Laporta
Con la masa salarial por las nubes y la llegada de la pandemia, el FC Barcelona empezó a sufrir enormemente en el apartado financiero. En ese contexto es cuando entra la directiva de Joan Laporta, cuya misión principal es reducir unos gastos deportivos que en la temporada 2020-21 alcanzaron los 617 millones de euros, con el objetivo de ajustarse a los parámetros que establecen que esa línea de costes no puede superar el 70% de los ingresos totales del club.
La primera temporada oficial de Laporta, la 2021-22, tuvo como decisiones radicales la marcha de Leo Messi y Antoine Griezmann para reducir los gastos de la masa salarial. Con la baja de los dos futbolistas --y un mercado bastante discreto--, el Barça pudo bajar los gastos hasta los 518 millones de euros. Aunque en el siguiente curso volvió a despegar a 676 millones, teniendo en cuenta que se ficharon en ese mercado de verano a varios futbolistas: Jules Koundé, Robert Lewandowski y Raphinha.
El elevador de la masa salarial del FC Barcelona bajó otra vez en la temporada 2023-24 a partir de la salida de Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergio Busquets, además de los agresivos recortes que se realizaron en las secciones profesionales. El club azulgrana, a falta de conocer los resultados finales del ejercicio, había presupuestado 492 millones de euros en costes deportivos. Aunque Javier Tebas, presidente de la patronal del fútbol español, relevó en una reciente comparecencia que la cifra estaría situada en los 450 millones.
Temporada del Barça |
Gasto de la masa salarial |
2010-11 | 301 millones |
2011-12 | 298 millones |
2012-13 | 305 millones |
2013-14 | 319 millones |
2014-15 | 419 millones |
2015-16 | 435 millones |
2016-17 | 432 millones |
2017-18 | 639 millones |
2018-19 | 671 millones |
2019-20 | 642 millones |
2020-21 | 617 millones |
2021-22 | 518 millones |
2022-23 | 676 millones |
2023-24 | 492 millones (presupuestado) |