"¡Que se lo quiten de la cabeza!". Hasta en dos ocasiones repitió estas palabras Joan Laporta, delante de algunos socios del FC Barcelona, en la reunión ordinaria del Senat. El presidente se dirigió directamente a la oposición, que siembra dudas sobre su gestión en este segundo mandato y muestra preocupación por la conversión de la entidad en una Sociedad Anónima. El máximo dirigente habló de "mantras", en referencia a aquellas voces que cuestionan su liderazgo.
"Hay mantras que van diciendo que transformaremos el club en una Sociedad Anónima... ¡Que se lo quiten de la cabeza! Estamos recuperando la economía. Hemos salvado al Barça de la ruina. Estamos en una travesía en el desierto que se está acabando", relató. Laporta no permite enseñanzas de los demás: "Algunos nos quieren dar lecciones desde fuera, pero pocos entienden que de lo que realmente se trataba durante estos años era salvar el club".
"Mientras nosotros dirijamos al club, el Barça no será una Sociedad Anónima", sentenció el máximo dirigente. Laporta es conocedor de que las próximas candidaturas, que intentarán arrebatar el trono al abogado catalán, ya se están formando en la sombra.
Debate auspiciado
Aunque, cabe recalcar, que el primer atisbo de duda sobre el modelo de propiedad lo ha sembrado el propio club en más de una ocasión, a través de unas encuestas que se han enviado a los socios culés. "¿Qué modelo preferiría para el FC Barcelona?", preguntaba directamente la institución azulgrana. El último sondeo se produjo hace menos de un mes.
Y, algunos de los hombres que se están moviendo entre bambalinas, empezaron a saltar. Uno de ellos, Víctor Font. "Sigo sin entender porque el Barça pregunta a los socios sobre el modelo de propiedad. Sobre todo, si fuese cierto que el presidente y la junta directiva actuales no tienen dudas de que hace falta proteger el modelo", afirmó el pasado 20 de mayo en sus redes sociales.
Font tiene apoyos
Font se está preparando para el 2026, cuando se celebran las próximas elecciones. En las últimas, hace tres años, quedó en segundo lugar. Como ya avanzamos en Culemanía, al empresario catalán no le importaría dar un leve paso al costado y ser el número dos de una candidatura conjunta.
¿Cómo número dos de quién? Pues de un familiar de dos antiguos presidentes del Barça. Se trata de Joan Camprubí Montal, nieto de Agustí Montal i Costa, que gobernó el Barça de 1969 a 1977, y bisnieto de Agustí Montal i Galobart, que lo hizo entre 1946 y 1952. Los apoyos de Camprubí lo sitúan en una gran posición para hacer oposición a Laporta y Font tiene muchas ganas de entrar en el club.
Miembro de la empresa Boston Consulting Group, ha recibido apoyo de personalidades habituales del entorno barcelonista, como Joan Roca, hijo de Miquel Roca i Junyent, el CEO de Mango Toni Ruiz y el emblemático Evarist Murtra, principal valedor de Pep Guardiola en 2008.
Marc Círia, otro candidato
Y es que la preocupación por el Barça va más allá de la conversión del club a una Sociedad Anónima. La intranquilidad se produce, también, por la desprofesionalización del club. La lista de directivos que se han fugado con Laporta asciende a 26. La mayoría de las dimisiones se deben a discrepancias con la gestión del presidente.
Por este motivo, incluso el mediático Marc Círia, fundador de Diagonal Asset Management, que acompañó a Laporta en las elecciones de 2015 y le dio su apoyo en 2021, se plantea acceder a la presidencia en los próximos comicios. Estas son las personas a las que se ha dirigido, principalmente, el actual máximo dirigente del Barça ante los senadores del club. Son los que están trabajando de forma más activa en la oposición.
Más preocupaciones
Aparte de lo que se considera una desprofesionalización de la entidad, y de la intranquilidad por la amenaza de la Sociedad Anónima, otro argumento que tiene la oposición es la aparición de algunos asuntos que persigue la justicia, como el escándalo de los avales o el caso Negreira. Sobre este último, Laporta ha mencionado que no tienen de qué preocuparse.
"Nunca ha existido una actuación para adulterar la competición o de lograr una ventaja competitiva", ha declarado el presidente delante de los socios. El último de los "mantras" que produce quejas constantes en el barcelonismo son los virajes y los golpes de timón del máximo mandatario. Un ejemplo es la salida de Xavi Hernández, que fue ratificado para, al cabo de pocos días, ser despedido. Otro es que, a dos semanas de cerrar las cuentas, el Barça aún no ha encontrado sustituto de Libero.
Laporta se defendió. "No ha habido improvisación, lo que ha habido es mucha profesionalidad y mucha capacidad de resistencia", exclamó el abogado catalán en la reunión ordinaria con los senadores del club azulgrana.
Último recado
La oposición tiene motivos para cuestionar el segundo mandato de Joan Laporta. La deuda sigue siendo la misma --1.200 millones de euros--. El Barça es un club democrático. Los Círia, Font o Camprubí tienen derecho a quejarse. Ahora bien, el presidente les ha dejado un recado antes de acabar su alegato delante de los socios.
"Cuando había que salvar al Barça era en 2021, ahora es muy fácil venir y decirlo en el 2023. Ahora ya hemos hecho el trabajo, lo hemos sacado de la ruina", ha recordado Laporta. El actual presidente de la institución puso en valor su trabajo en el club, mientras la oposición se mueve en la sombra. El mandatario no los pierde de vista.
Noticias relacionadas
- Laporta anuncia resultados ordinarios con beneficios por primera vez tras la pandemia
- Laporta defiende lo indefendible: "No ha habido improvisación"
- El futuro del Barça se juega el próximo 18 de junio en el Hotel Avenida Palace
- El nuevo departamento tecnológico del Barça también se da a la fuga: dos bajas más