El FC Barcelona es noticia, de nuevo, por un presunto escándalo. La junta directiva de la institución azulgrana, supuestamente, se ha beneficiado de una empresa que trabaja con el club para afrontar los intereses financieros del aval que permitió a Joan Laporta entrar a la presidencia en 2021. La actual cúpula tuvo que reunir, en marzo de aquel año, 124,6 millones de euros. Alcanzó la elevada cantidad gracias a personas externas, con las que ahora se ha endeudado.
Una de ellas es Jaume Roures, fundador de Mediapro. El empresario catalán aportó un montante de 30 millones a tocateja. En aquel momento, la Ley del Deporte obligaba a realizar un aval del 15% del presupuesto de gastos del Barça durante la temporada anterior. La cantidad era tan alta que, solo entre los directivos, no podían abordarla. El Banc de Sabadell aplicó un interés próximo al 2% anual sobre el aval. Roures puso de su parte. Pero, a cambio de proporcionar tal cuantía, exigió a la directiva cobrar su parte proporcional de los intereses. Es decir, que la junta se hiciese cargo de los costes financieros del aval.
¿Deuda saldada?
El empresario quiso ayudar a Laporta, pero no quiso asumir el coste asociado a la garantía bancaria. La estimación, teniendo en cuenta el porcentaje de las comisiones al Sabadell y los 30 kilos que aportó, es que al administrador de Mediapro se le deben unos 400.000 euros. Una cifra que encaja con la recibida en la cuenta bancaria conjunta de los directivos para hacer frente al pago de estos intereses.
Y es que, según ha desvelado El Periódico, la compañía estadounidense ISL Futbol Limited Liability Company ingresó 350.000 euros en la cuenta creada de manera solidaria a nombre de Joan Laporta y el resto de directivos de la cúpula azulgrana. Esta cantidad ha servido para pagar a Jaume Roures y saldar una deuda pendiente.
Aportaciones pendientes
La noche del aval, en la que se juntaron los 124 millones de euros, una persona cercana a la junta llamó a ISL para preguntar si podían hacer el ingreso con la misión de hacerse cargo de los gastos pertinentes a Jaume Roures, según cuenta Catalunya Ràdio, que, de este modo, respalda la información de Culemanía.
En la misma emisora afirman que había directivos que no sabían nada al respecto del pago de ISL Futbol. Que no han firmado nada. Durante los dos últimos años han reclamado información sobre el tema y han preguntado sobre cómo se iba a devolver la cantidad, pero no han recibido respuesta.
La directiva lo sabía
Al contrario, según ha podido saber Culemanía, la junta directiva está al corriente de todos los movimientos que se producen en la cuenta solidaria creada el 15 de marzo de 2021, antes de efectuar el primer pago trimestral por los intereses del aval. Absolutamente toda la cúpula del club tiene acceso a la cuenta. Está al nombre de todos, no solo del presidente Joan Laporta, por poner un ejemplo.
Además, fuentes conocedores de la situación, aseguran que cada directivo debía ingresar, de manera obligatoria, 150.000 euros en la cuenta conjunta. Asimismo, declaran que todavía no han pagado ni la mitad de los miembros de la junta. Lo ha hecho, aproximadamente, entre un 50% y un 60% de la cúpula del club.
La situación se agrava
Así es como los gerentes del Barça deben hacer frente a las comisiones del aval de 2021. ¿Cuál es el problema con el pago a Jaume Roures? Que los directivos se han aprovechado, presuntamente, de una empresa que trabaja para el club, tal y como ha avanzado El Periódico. ISL colabora con la entidad de la capital catalana desde 2015, cuando Josep Maria Bartomeu era presidente.
El conflicto de intereses, en caso de confirmarse la relación, es palpable. Podría haber acabado en un intercambio de favores. Laporta y compañía han podido aprovecharse de una sociedad que trabaja con el Barça para complacer sus intereses personales de entrar a dirigir el club. De hecho, el negocio de ISL ha crecido durante los últimos años, ya que llevan la gestión de las Barça Academy y cada vez hay más.
Los protagonistas lo desmienten
El Barça ha admitido el pago de la compañía estadounidense, que gestionan dos catalanes, Alex Isern y Marc Segarra. Pero ha matizado que, por el "préstamo" no deben hacer ninguna "contraprestación". También han afirmado que la relación mercantil con ISL ha ido decreciendo. Aunque, en 2022, se encargaron de organizar dos amistosos de pretemporada, contra el Inter Miami y el New York Red Bulls.
Isern, en los micrófonos de Rac1 y Catalunya Radio, ha relatado que "hicimos un préstamo a la directiva". Asegura que hay contrato de préstamo, con intereses, y que todavía "queda sobre el 50% por devolver", que esperan que lo devuelvan cuánto antes. Además, ha afirmado que la organización de los amistosos a cargo de ISL es una simple "casualidad" y que las cantidades no tienen nada que ver.
Préstamo a devolver con intereses
"El Barça necesitaba más partidos para su gira de verano --los partidos contra Madrid y Juventus ya estaban cerrado con otra agencia-- y nos dieron el mandato de buscarles más rivales. No era un mandato exclusivo, había más agencias participando, pero nosotros en seguida contactamos con el Inter Miami, que aceptaron, y ellos nos ayudaron a contactar con el New York Red Bull para completar el cuadro", expone Alex Isern, hijo de Juanjo Isern, expresidente del Europa y aspirante a presidir la FCF.