Joan Laporta es el único presidente del Barça que ha celebrado dos Champions. También aspira a ser el máximo dirigente que estrene el nuevo Camp Nou, del que dice que "volverá a ser el mejor campo del mundo". Tras acceder a la presidencia en marzo de 2021, Laporta cambió el primer proyecto que Nikken Sekkei pactó con su antecesor, Josep Maria Bartomeu.
El Camp Nou de Bartomeu contemplaba el derribo de la primera grada y la continuidad de la tercera que construyó el expresidente Josep Lluís Núñez en 1982, con motivo del Mundial de fútbol que se celebró en España. El proyecto contemplaba la recolocación de 12.000 abonados.
Tercera grada totalmente nueva
Laporta modificó el guion. Mantuvo la estructura de la primera grada, con pequeños cambios en las filas inferiores, y derribó la tercera, para construir otra totalmente nueva y simétrica. También dibujó dos anillos de palcos entre el segundo y el tercer graderío, para aumentar la oferta de asientos VIP.
Elena Fort, vicepresidenta institucional, ha sido la directiva encargada de informar a los socios de todos los cambios del proyecto. Cambios que han continuado en los últimos meses. Algunos restrictivos. Otros, más ambiciosos.
El videomarcador de Los Ángeles
El pasado verano, Laporta se ilusionó con culminar el Camp Nou con un videomarcador de 360 grados similar al del SoFi Stadium, de Los Ángeles. Un tipo de marcador que sí ha instalado el Real Madrid en el Bernabéu y que permitirá al club que preside Florentino Pérez multiplicar los ingresos por patrocinio.
"La experiencia nos dice que la gente se distrae mucho con un videomarcador de 360 grados. Económicamente, tampoco es rentable", expresó Fort para justificar la renuncia de Laporta. En las últimas imágenes virtuales del club, el Camp Nou contará con tres o cuatro marcadores, que estarán situados en la futura cubierta del estadio.
Los palcos más lujosos
Laporta, en cambio, ha optado por mejorar los servicios y las prestaciones de algunas localidades de alto standing. El Barça proyecta la construcción de 20 salas que tendrían un precio de salida de 27.000 euros. Estos espacios exclusivos tendrán terrazas con vistas al exterior, un amplio espacio interior y 12 asientos en la primera grada Vip. Además, se habilitarán hasta 96 palcos en la segunda gradería y asientos Vip detrás de la zona de banquillos para que los aficionados puedan ver de cerca la salida de los jugadores al césped. En partidos de máximo interés podrían venderse hasta 9.000 asientos de máximo confort.
"La recuperación económica del Barça pasa por el nuevo Camp Nou", mantiene Laporta, convencido de que el club ingresará 340 millones de euros anuales por la explotación de su estadio. El futuro Camp Nou también tendrá un museo mucho más grande e interactivo.
Un estadio más cómodo
El nuevo campo tendrá 104.600 asientos y todos estarán cubiertos. También habrá 69 ascensores de última generación, 78 escaleras mecánicas y 3.000 plazas de aparcamientos. La previsión del club y de Limak Construction es que las obras estén terminadas en verano de 2026, aunque el primer equipo podría trasladarse en diciembre de este año o en enero de 2025 y jugar varios meses con un 60% del futuro y sin cubierta.
Laporta, asimismo, proyecta una importante subida del precio de los abonos del Camp Nou a partir de 2026. El Barça, al menos en los últimos 40 años, ha tenido precios mucho más bajos que el de sus máximos competidores y el actual presidente quiere equipararlos. Serán más bajos que en Inglaterra e Italia, pero más altos que en Alemania, donde los porcentajes de ocupación de las gradas son mucho más elevados que en España.