Luis Rubiales, al banquillo de los acusados por el beso no consentido a Jenni Hermoso

Es oficial. Luis Rubiales se sentará en el banquillo de los acusados por el beso no consentido a Jenni Hermoso. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional, Francisco De Jorge, ha abierto juicio oral al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Se le imputan los delitos de agresión sexual y coacciones en el marco de los hechos acaecidos tras la final del Mundial Femenino y los días posteriores. 

El auto emitido por el magistrado este miércoles 8 de mayo también llevará a juicio a Jorge Vilda, exseleccionador de España femenina, Rubén Rivera, responsable de marketing de la RFEF, y Albert Luque, director de la selección masculina. Todos ellos, imputados por coacciones. Una vez formalizada su incriminación en el caso Rubiales, la Federación apartó a los dos últimos de sus funciones. El primero actualmente ejerce de técnico del combinado nacional femenino de Marruecos.

Dos años y medio de cárcel

Siguiendo las peticiones de la Fiscalía y la acusación --Jenni y la Asociación de Futbolistas Españoles-- Rubiales se enfrenta a un año de cárcel correspondiente a la agresión sexual , un año y medio derivado de las coacciones. El resto de procesados también afrontan una pena de año y medio de prisión por el segundo delito.

Además, el exdirigente del órgano federativo tendrá que abonar una fianza de 81.250 euros en las próximas 24 horas y una indemnización de 50.000 euros a la delantera española. El juez ha fijado una compensación de otros 50.000 euros a la víctima entre los cuatro acusados.

Frentes abiertos

Se le multiplican los frentes judiciales al que fuera máximo mandatario de la RFEF entre 2018 y 2023. El pasado 29 de abril, Rubiales ya tuvo que declarar en relación con la presunta trama de corrupción en la Federación, citado por la magistrada Delia Rodrigo. En este caso, se le investigan los supuestos delitos de administración desleal y corrupción en los negocios.

Primero, está bajo la lupa jurídica la adjudicación de la organización de la Supercopa de España a Arabia Saudí, con los servicios de intermediación de Gerard Piqué. En segundo lugar, los contratos irregulares en la asignación de las obras del estadio La Cartuja a la empresa Gruncosa. Por último, la relación societaria entre Rubiales y las sociedades de su amigo Francisco Javier Martín Alcaide, apodado Nene.