Los altos mandos del FC Barcelona han vuelto a sacar pecho con la financiación del Espai Barça. La operación vinculada a las obras del nuevo Camp Nou ha sido motivo de debate en un panel organizado por el medio británico Financial Times, donde se ha abordado la importancia de la transformación de los estadios para tener una mayor seguridad financiera. En este sentido, el club contó con la representación de Manel del Rio.
El Barça, a través de un comunicado, explicó que el director financiero de la entidad se encargó de explicar los detalles del crédito de 1.450 millones de euros que consiguieron cerrar el año pasado sin tener que dejar alguna garantía patrimonial. Esa exposición de Manel de Rio se dio en presencia de Donna-Maria Cullen, Executive Director del Tottenham Hotspur, y Declan Sharkey, Senior Principal de Populous.
Al igual que en otras oportunidades, el club ha aprovechado la ocasión para recordar que la estructura de la financiación tiene diferentes tramos a 5, 7, 9, 20 y 24 años, y una estructura flexible, que cuenta con un período de carencia. Hay que recordar que el crédito también incluye la construcción del nuevo Palau Blaugrana, que también tuvo un pequeño espacio en las declaraciones del director financiero al explicar que el futuro pabellón deberá potenciar la flexibilidad para compatibilizar la actividad deportiva con los eventos culturales para obtener una nueva vía de ingresos.
Los palcos y asientos VIP, la gran clave
Otro de los detalles a tener en cuenta de la participación del Barça en el panel liderado por Financial Times es que hicieron énfasis en que la generación de los ingresos se debe potenciar a partir de los palcos y asientos VIP, que se espera triplique la oferta que anteriormente existía con el antiguo Camp Nou. Solamente en esas localidades lujosas el club espera cosechar 75 millones de euros por año.
Esos ingresos presupuestados en el FC Barcelona entran de lo que es un marco general en el que esperan que el nuevo estadio permita ingresar --a partir de 2026-- anualmente hasta 340 millones de euros anuales. En la cúpula azulgrana han asegurado que se trata de una cantidad estimada por un análisis del mercado y que no es descabellado que consigan superarla. Un objetivo bastante ambicioso y que, de ser concretado, el Barça estaría en una posición en la que su modelo de propiedad no peligraría.