El FC Barcelona no consigue sacar el máximo rendimiento del Estadi Olímpic Lluís Companys. El club actúa bajo las condiciones que impone la empresa Barcelona Serveis Municipals (BSM), encargada de gestionar el Anillo Olímpico de Montjuïc, que hace referencia al conjunto de instalaciones deportivas que hay en la montaña. En este sentido, la entidad azulgrana no se hace cargo de los puestos de comida y bebida que abren únicamente los días de partido.
Un problema menos del que ocuparse en cuanto a gestión, pero que penaliza a la economía de la entidad presidida por Joan Laporta. Y es que, según hemos podido saber en Culemanía, el Barça no ingresa ni un solo euro por los servicios de food and beverages que hay tanto dentro, como fuera del estadio.
Previsiones demasiado optimistas
En un primer momento, se anunció que, respecto al Camp Nou, la entidad perdería unos 100 millones de euros por el traslado a Montjuïc. Después se pasaron de frenada y transmitieron a los medios de comunicación que la diferencia solo sería de 55 millones. Finalmente, Eduard Romeu, vicepresidente del área económica, anunció en asamblea que el coste sería de 78 millones de euros.
Recientemente, la vicepresidenta institucional del club, Elena Fort, ha reconocido en RAC1 que el club está por debajo del ticketing previsto. Semanas antes, Joan Laporta había sido aún más severo: "No salen los números esperados. Fuimos muy ambiciosos y miramos compensaciones al bajón. Tenemos entradas récord, pero el aforo es la mitad y los ingresos bajan".
La diferencia entre Camp Nou y Montjuïc es difícil de solventar. Aún más todavía cuando el estadio en el que juega el equipo no es de tu propiedad. De los seguidores que van al Lluis Companys y consumen, el Barça no recibe absolutamente nada. Los del estadio de Les Corts son ingresos casi imposibles de suplir.
Estas ventas no cuentan
Los bares también forman parte de la concesión del Estadi Olímpic Lluis Companys al club, según cuentan fuentes de la institución catalana. La entidad blaugrana no se lleva ni un porcentaje de las ventas que se producen en estos establecimientos. El Barça no consigue llevarse nada mientras que la imagen principal de todos los food and beverages es el escudo culé y los colores azul y grana. Contactada por este medio, la empresa BSM no ha querido detallar nada al respecto por cuestiones de "confidencialidad".
La entidad azulgrana debería sacar provecho de estos servicios. Algo parecido ocurre con la venta de imitaciones de la equipación oficial. Como explicamos en Culemanía, las réplicas, todas aquellas camisetas que no llevan el logotipo de Nike sino la palabra 'BARÇA', generan beneficios para el main partner y no para el club. El Barça debería renegociar esto de cara al futuro. En el caso de Montjuïc, si alarga su estancia por potenciales complicaciones en las obras del Camp Nou.
Necesitados de dinero
Por este motivo, la institución está buscando nuevas vías de producir más ingresos. Con la caída del proyecto de Xavi Hernández, la gente no está subiendo de la misma manera al Lluís Companys. Y la entidad ha decidido promover packs de entradas a los seguidores culés. Los tickets para los próximos partidos en casa serán más baratos si eres ciudadano de Cataluña y, durante la compra, usas el código promocional 'RESIDENTE'.
Otra iniciativa son las visitadas guiadas por la Ciutat Esportiva Joan Gamper. Las ha anunciado el club a través de sus canales oficiales. Se trata de "un tour en el que la afición y el público general podrán visitar algunos lugares más exclusivos de la instalación como los vestuarios y el campo de entrenamiento". La primera visita tendrá lugar el 29 de febrero y se espera que el resto puedan programarse cuando la actividad de los equipos que han vida en el recinto lo permita.
El negocio de BSM
BSM está aprovechando la ocasión para aumentar al máximo los beneficios de alojar al Barça. Es habitual ver largas filas detrás de la barra durante los 90 minutos de cualquier encuentro que se juegue en Montjuïc. Sobre todo en el descanso. En los bares se ha implementado una novedad respecto a años anteriores. Para comprar una bebida, debes también adquirir un vaso de plástico que cuesta 2,50 euros. Junto al recipiente, entregan al cliente una ficha.
Para recuperar lo invertido, debes devolver tanto la chapa como el vaso. De otro modo, no te regresan los 2,50 euros. Esta es la estrategia que está siguiendo BSM. A principio de temporada, al final de cada partido, la gente se acumulaba delante de la barra para recuperar el dinero. Con el paso del tiempo, la afición ha perdido está costumbre.
Cada vez que alguien gasta, si es solo una bebida, el coste aumenta hasta los 5 euros. Por tanto, por cada consumición, la ganancia es más alta que en el Camp Nou, donde, además, el dinero se lo llevaba el Barça. Todo esto es dinero que el club ha dejado de ingresar.
No hay vida sin el Camp Nou
Pongamos un ejemplo con cifras ficticias. 20.000 asistentes, menos de la mitad de la capacidad, de Montjuïc se gastan cinco euros. Estaríamos hablando de 100.000 euros por partido, obviando los gastos en personal y gestión. Si contamos que por temporada se juegan unos 35 partidos en casa, el club está perdiendo unos 3,5 millones de euros. Y todo esto tirando a la baja.
El Barça no gana ni un euro por los establecimientos de comida y bebida que llevan su imagen dentro del estadio Lluís Companys. Además, solo hay 17.000 abonados, que han pagado la mitad respecto al año pasado. Y no entra tanta gente en el campo porque no llega a las 50.000 localidades. En Montjuïc se pasa frío, y las cuentas del club lo están notando.