El Barça está en crisis y su presidente, Joan Laporta, asume que cerrará el curso actual sin un título. El máximo dirigente ya piensa en el relevo de Xavi Hernández y en construir un nuevo proyecto que ilusione a la afición. Se juega mucho en su elección, complicada por la precaria situación económica del club. De momento, la búsqueda de nuevos ingresos no es satisfactoria y el Barcelona se juega mucho en los próximos meses. En función de sus resultados deportivos.
Hace dos años, Xavi recibió el encargo de clasificar al Barça para la Champions. Era el objetivo de mínimos en noviembre de 2021. Hoy, el primer equipo de fútbol se encuentra en una situación parecida, a 10 puntos del Real Madrid y a cinco del Girona. Económicamente, el club sigue muy tocado y Laporta espera que, como mínimo, el Barça supere al conjunto rojiblanco y acabe segundo.
El premio de la Supercopa
Xavi sabe que el segundo puesto es un consuelo menor, pero no baladí. Garantizaría la clasificación para la Supercopa de España de la próxima temporada. En caso de ausencia, el club dejaría de ingresar los ocho millones de euros que obtuvo esta temporada al disputar la final.
El Barça también se jugará mucho dinero contra el Nápoles. El club presupuestó que, como mínimo, alcanzaría los cuartos de final de la Champions y fuentes de la entidad aseguran que las pérdidas por caer en octavos de final rozarían los 15 millones de euros entre el reparto de la UEFA, los derechos de televisión y taquillaje.
El presupuesto
El impago de Libero por el 10% de Barça Vision obliga a Laporta a lograr nuevos ingresos. Otro fiasco en Europa agravaría los problemas del presidente para cumplir el presupuesto que aprobó la asamblea de compromisarios. La solución pasaría por una venta importante antes del 30 de junio en un club que necesita dinero para abordar otra renovación dentro de unos meses.
Laporta, de momento, mantiene su confianza en Xavi, pero cada vez tiene más dudas. El presidente ya ha dado un ultimátum al técnico para enderezar el rumbo. No desea su despido por motivos afectivos y, sobre todo, económicos. Sin embargo, cada vez son más las personas próximas al máximo dirigente que le piden la cabeza de Xavi.
El malestar del domingo de Laporta
El pasado domingo, tras el empate entre el Barça y el Granada, Laporta estalló y tiró bandejas del catering de Montjuïc. Estaba molesto con el resultado y, también, por unas declaraciones de Deco en la prensa portuguesa en las que afirmaba que el actual modelo estaba caducado. El periodista de la revista Nascer do sol que entrevistó al director deportivo del Barça aseguró que había malentendo y distorsionado el sentido de sus palabras.
Las quejas de Deco también molestaron a Xavi. El director deportivo dio la misma versión al técnico, a quien contradijo hace dos meses, con su decisión de cambiar la convocatoria del Barça para el último partido de la Champions contra el Amberes.
Celta y Nápoles
Xavi está contra las cuerdas en el Barça y lo sabe. Quiere seguir hasta final de temporada y sabe que el próximo partidos marcará su futuro a corto plazo. Este miércles, el equipo azulgrana visita el Diego Armando Maradona para enfrentarse al Nápoles. Tres días después, el sábado, recibirá al Getafe.
El técnico de Terrassa necesita resultados. Una derrota en Nápoles podría ser definitiva. Laporta no es partidario de sentenciar ahora a Xavi porque también tiene dudas respecto a Rafa Márquez, de quien Deco afirmó que solo contemplan su ascenso al primer equipo en caso de emergencia y hasta final de temporada.