Víctor Font, aspirante a la presidencia del FC Barcelona, no se ha mordido la lengua cuando se cumplen tres años del segundo mandato de Joan Laporta. El gran opositor en los últimos comicios ha publicado una carta abierta a los socios del Barça en la que critica la gestión del club, por parte de la actual junta directiva.
Con el título "Refundemos el Barça", el empresario catalán insta desde su candidatura Sí al futur a pasar página del "régimen del 2003" y prepara el escenario para las elecciones a la presidencia del club, en 2026.
"La única solución para proteger el modelo de propiedad que nos convierte en un club único en el mundo y garantizar que podemos competir con la élite pasa por la refundación del club. Cambiar el modelo de gestión, profesionalizar la institución, modernizar la gobernanza y dotarnos de mecanismos de control externo reales y efectivos. A pesar de la situación actual, hay que ser optimistas e ilusionarnos, porque el potencial del Barça es extraordinario", escribe en su comunicado Font.
Los errores de Laporta
El líder de Sí al futur critica los "1.000 milllones de pérdidas operativas" y lamenta la venta de Barça Studios y los derechos televisivos: "Hemos vendido patrimonio a socios externos, algunos poco fiables, de dudosa reputación, que no pagan lo que deben y no han aportado ningún valor al club".
Laporta también se ha ganado los dardos del aspirante a la presidencia por colocar amigos y familiares en el club: "Concebir el mundo del fútbol actual como hace 20 años es un error. Gestionar el Barça con amigos y familiares y desde las trincheras, sin capacidad de retener ejecutivos de prestigio, es impropio de la magnitud del club".
Propietarios sin voz
Como tampoco ha gustado la escasa participación de los socios mediante asambleas telemáticas limitadas: "En el área social continuamos viendo como el club se gobierna a espaldas de los propietarios. La obligación de incentivar la participación de los socios en la vida del club empieza por quien gobierna. Con asambleas únicamente telemáticas, poca transparencia, sin sensibilidad por los que hacen desplazamientos o suben a Montjuïc".
Por último, la crisis se ha trasladado al ámbito deportivo, donde "el desaguisado de los despachos ha generado enormes frustraciones con el primer equipo que se alejan de las expectativas generadas. Los cambios en la dirección deportiva, fichajes que no eran prioritarios y una mala gestión económica nos han atado de pies y manos".