Nadie duda de Nike como una de las marcas de ropa de mayor referencia en el mundo. Desde hace muchos años que han construido un legado que les permite establecerse entre las más importantes de su sector. Sin embargo, sus últimos dos años no han sido los más positivos para la empresa con sede en Estados Unidos. Con la llegada de 2024 se han dado a conocer los informes de las principales consultoras, en donde se ha reflejado una pérdida de valor en la mencionada compañía.
Nike vuelve a caer
En este sentido, hacemos referencia al informe compartido por Brand Finance, una de las consultoras más reconocidas del panorama internacional. El documento, titulado como Global 500, es un ranking de las 500 empresas mejor valoradas de 2023. Se trata de un enorme listado en el que se encuentra Nike, cuya posición se mantiene por delante del resto de competidores de marcas de ropa deportiva. Según la fuente, la compañía está en el puesto 62 con un valor de 29.873 millones de dólares.
A primera vista supone un lugar considerable al ser un ranking general entre todas las empresas del mundo. El problema es que Nike ha bajado ocho puestos con respecto al año anterior, siendo una reducción del 4,6% de su valor de marca. Hay que recordar que en el informe de comienzos de 2023 ya se había reportado en Brand Finance que la mencionada empresa había tenido una caída del 6%, lo que refleja que el último par de ejercicios no han sido los más favorables.
Se trata de un contexto agridulce para Nike. De momento manteniendo cierta distancia sobre competidores como Adidas o Puma, pero esa reducción de su valor de marca se da un momento en el que existen dudas con relación a su vinculación con el FC Barcelona. Es importante recordar que la empresa norteamericana es uno de los principales patrocinadores del club presidido por Joan Laporta, pero en los últimos meses se ha impulsado la narrativa de un posible quiebre entre las dos partes.
¿La pérdida de valor afecta a Nike con el Barça?
Uno de los problemas que considera el FC Barcelona en su acuerdo de patrocinio con Nike es que debería percibir una mayor cantidad de dinero, además de tener más peso en ciertas decisiones de movimiento de merchandising, como es el caso de la venta de productos en otros territorios. Desde hace meses que se ha dado un tira y afloja entre ambos, por lo que se genera la incógnita de si la nueva pérdida de valor de la marca de ropa podría afectar en las negociaciones.
Es una respuesta bastante compleja, aunque sí es cierto que favorece la posición del Barça con respecto a las exigencias que quieren del acuerdo de esponsorización. Aunque no hay que pasar por alto que Nike, a pesar de esa situación, todavía sigue siendo una compañía con mayor impacto de marca que el resto del sector. En este sentido, Adidas se encuentra en el puesto 141 (antes estaba en el 128) y Puma avanza al lugar 479 después de haber estado en el 491.
Actualmente, es complicado considerar que otra marca de ropa deportiva podría superar lo que ofrece Nike: 80 millones de euros, de los cuales unos 55 millones son fijos. La intención inicial de los altos mandos del club azulgrana es renegociar el acuerdo --finaliza en 2028-- para obtener unas condiciones más favorables, aunque la otra parte no está por dicha labor. Todo queda en un pulso que se va a determinar por la resistencia del otro, siendo clave la situación actual de la empresa tras perder valor de marca y también algunos pactos de patrocinio importantes: Premier League, Conmebol, selección de Portugal o RB Leipzig.
Puma, al acecho
En ese contexto de dudas entre Barça y Nike ha vuelto a surgir la presencia de Puma como la gran alternativa. La compañía alemana ha logrado ganar algo de terreno en el fútbol profesional tras firmar acuerdos con Neymar o el Manchester City, que de esa alianza percibe unos 70 millones anuales. Una cantidad inferior a lo que actualmente gana la entidad catalana, aunque la parcela ejecutiva confía en obtener unos ingresos superiores.
Los próximos meses son fundamentales en el desenlace de la historia de Nike con el club azulgrana. Por ahora, lo que mantiene unida esa relación tan desgastada es un acuerdo al que podría aferrarse la marca de rompa durante otros cuatro años. Pero tampoco hay que cerrar la puerta a que la actual junta decida pagar una indemnización en caso de encontrar en Puma --u otra empresa-- esas condiciones financieras que tanto anhelan.