Apenas unas horas después de que el FC Barcelona lograse una victoria reconfortante, clasificándose para la final de Supercopa del próximo domingo contra el Real Madrid, vuelve a erupcionar el volcán del caso Negreira. En esta ocasión El Mundo ha tenido acceso, supuestamente, a las declaraciones de algunos árbitros en el marco de las investigaciones que está llevando a cabo la Guardia Civil.
Unas declaraciones que, como la de José Luis González González, no dejan en buen lugar a Laporta ni al Barça como institución. De hecho, el excolegiado asegura que el club azulgrana contrató al número dos de Sánchez Arminio para conseguir algún tipo de beneficio deportivo. “Entiendo que querrían sacar algún beneficio deportivo”, subraya González González, aunque sin tener la certeza de nada.
El testimonio de González González
“José María les haría entender que tenía algún poder sobre los árbitros”, añade en referencia a Enríquez Negreira. Durante sus explicaciones a la Guardia Civil, el exárbitro que desarrolló su carrera entre 1998 y 2020, antes de pasar al VAR, tildó de “inútiles” los informes de asesoría arbitral que supuestamente elaboraba el hijo de Negreira para el Barça, y con los que ahora la entidad intenta justificar el pago de 7,3 millones de euros durante dos décadas.
“Era un mero trámite para justificar los cobros. Mi opinión es que Negreira se puso de acuerdo con directivos o miembros del Barcelona para beneficiarse a título particular con estos pagos” y “repartírselos entre ellos”, publica El Mundo.
Cenas que acababan en karaoke
De forma paralela, según se puede leer en El Confidencial, la investigación abierta confirmaría la existencia de cenas de árbitros organizadas por el clan Negreira en un bar de su propiedad, en Barcelona, cuando acudían al Camp Nou para dirigir partidos del Barça como local. En concreto se trata del bar La Torrada --situado en la calle San Antoni María Claret nº 209 de la capital catalana--, que regentaba la pareja de Negreira y que era conocido como El Txistu de Barcelona.
La información señala además que dichas cenas acababan en un karaoke con Enríquez Negreira --que fue vicepresidente del CTA entre 1994 y 2018-- y que los desplazamientos se realizaban "en coches de lujo" por la ciudad a cargo de Javier Enríquez Romero, el hijo de Enríquez Negreira.
Una serie de novedades que vuelven a aparecer, casualidades o no, a falta de pocos días de que el FC Barcelona afronte una cita crucial de la temporada 2023-24: la final de la Supercopa de España contra el Real Madrid.