Arabia Saudí es un país que refleja a la perfección el término sportswashing, que viene a representar el blanqueamiento deportivo para tratar de desviar la atención de otros asuntos de suma importancia, como es el caso de la constante violación de los derechos humanos. La nación de Oriente Medio cumple bien esas condiciones tras impulsar su competición local con fichajes millonarios y la adquisición de la sede --desde 2019-- de la Supercopa de España.
Culemanía conversó con Carlos de las Heras, responsable de deportes y derechos humanos de Amnistía Internacional España, para conocer en detalle lo que sucede en Arabia Saudí. En este sentido, la organización ha explicado de forma contundente que el mencionado país es "un espejismo" en términos de derechos humanos y libertades, además de señalar que se trata de uno de los "principales verdugos del mundo", debido a que enero y octubre de 2023 llegaron a ejecutar a 112 personas (media de 11 ejecuciones por mes).
"La realidad es bastante más preocupante, especialmente en tres temas: derechos de las mujeres, pena de muerte y libertad de expresión. En cuanto a las mujeres, éstas son consideradas como ciudadanas de segunda categoría y están sometidas al 'sistema de tutela masculina', mediante el cual es un pariente varón quien decide en su nombre sobre cuestiones tan básicas como el matrimonio, trabajo, etc. Por otra parte, la libertad de expresión en Arabia Saudí es prácticamente nula. Tanto las organizaciones de la sociedad civil, como los activistas y disidentes saudíes deberían poder hablar libremente, sin miedo a sufrir represalias pero esto está lejos de ser una realidad", señalaron en la ONG.
El sportwashing de Arabia Saudí
Desde Amnistía Internacional España comentan que en Arabia Saudí "el deporte, no solo el fútbol, se ha convertido en una herramienta paraes una de las consecuencias de la Visión 2030, toda una estrategia liderada por el príncipe heredero, Mohamed Bin Salmán, para no depender tanto del petróleo y así diversificar la economía del país. Y en el ámbito deportivo, Arabia Saudí pone en marcha esta campaña de tres maneras: 1) mediante la organización y patrocinio de grandes eventos deportivos (Supercopa, Dakar, Fórmula 1, Golf), 2) atraer a grandes estrellas del deporte a competiciones organizadas por estos países, y 3) la inversión y compra de equipos y clubs (Newcastle FC). Otro de los objetivos de esta Visión 2030 no es sino mejorar la imagen exterior de este país, debilitada por ejemplo, por las constantes violaciones de derechos humanos".
Entre los casos más preocupantes que explica Carlos de las Heras, están aquellos que reflejan que en Arabia Saudí la libertad de expresión --incluyendo en redes sociales-- es realmente inexistente: "Una chica, Salma al Shehab, que está condenada a 27 años de prisión por tuitear en favor de los derechos de las mujeres, o de Mohammad bin Nasser al Ghamdi, un profesor retirado, de 54 años, que fue condenado a muerte por falsos cargos de terrorismo, a causa exclusivamente de su actividad pacífica online en Twitter y YouTube".
Las críticas a la RFEF y los equipos de la Supercopa
El hecho de disputarse la Supercopa de España en un país que es incompatible con los valores que se quieren transmitir en el deporte ha supuesto una enorme crítica para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y para aquellos equipos que participan en cada una de las ediciones. En este sentido, Amnistía Internacional expone que "nuestra posición es que, ya que se celebra en este país, debería de ir acompañada de compromisos para la mejora de los derechos humanos, algo que lamentablemente no ha sucedido desde 2019, fecha de la primera edición que tuvo lugar en Arabia Saudí".
Del mismo modo, añaden que "hemos escrito cartas, llamadas telefónicas, etc (a la RFEF), para lograr reunirnos con ellos, pero la puerta siempre la hemos encontrado cerrada. Ahora, con cargos nuevos en la Federación, y visto que en relación a Arabia Saudí han dado algunos pasos positivos para la integración de la mujer saudí al mundo del fútbol (han creado centros de entrenamiento, una selección sub17, etc. con su apoyo), confiamos en que la Federación vaya un poco más allá e incluya temas relativos a derechos humanos".
Con respecto al FC Barcelona, que se encuentra en el foco de las críticas por su polémica recomendación para los socios y socias que decidan viajar a Arabia Saudí, explicaron lo siguiente: "Que el Barça informe a sus seguidores está bien, pero debería ir un paso más allá y cumplir lo que dicen sus propios estatutos: 'el Club, en sus actuaciones, tanto de carácter público como privado, velará por la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas'. Qué mejor manera de hacerlo que no solo advirtiendo a la afición sino expresando su rechazo de las violaciones de derechos humanos que tienen lugar en Arabia Saudí. Por ejemplo, en relación al colectivo LGTBI".
El preocupante precedente de Qatar
Por otra parte, Carlos de las Heras también expresó de forma preocupante las similitudes que se vieron con Qatar antes de celebrarse el Mundial 2022: "Hace menos de un año en Amnistía Internacional hemos denunciado como miles de trabajadores migrantes han sido objeto de abusos. Muchos de ellos, contratados para trabajar en los almacenes de Amazon en Arabia Saudí fueron engañados previamente por agencias de contratación y empresas proveedoras de mano de obra, estafados respecto a su sueldo, alojados en condiciones espantosas y, además, se les impidió encontrar un empleo alternativo o irse del país".
Aunque igualmente declaró que "la diferencia con Qatar es que este país estuvo ajeno al escrutinio internacional en los años previos a la celebración del Mundial, sobre todo en los primeros años, tras la concesión por parte de FIFA. En el caso de Arabia Saudí, todo el mundo sabe que es un país donde los derechos humanos son un espejismo, y nadie debería permanecer ajeno".
"Si finalmente, como todo parece indicar porque actualmente es la única candidatura que se ha presentado, Arabia Saudí organiza el Mundial de 2034, será la FIFA quien tenga mucho trabajo por delante: debe dejar claro cómo espera que los países anfitriones cumplan sus políticas de derechos humanos. Además, debe prepararse para detener el proceso de asignación de candidaturas si los riesgos graves para los derechos humanos no se abordan de manera creíble", concluyó el responsable de deportes y derechos humanos de Amnistía Internacional España.