Muchos consideran que la historia es cíclica. Hay cambios sustanciales con el paso de los años, pero por lo general las grandes líneas coinciden con eventos del pasado. En el caso del FC Barcelona no ha tenido que esperar demasiado para repetirse un caso que supone un enorme problema para la directiva de Joan Laporta. Dicha situación tiene que ver con Robert Lewandowski, que en la actual temporada está empezando a ganarse la etiqueta de ser el nuevo Luis Suárez.
Lewandowski llegó en verano de 2022 como el fichaje estrella de la junta de la entidad azulgrana. Hicieron un enorme esfuerzo económico al pagar 45 millones de euros --más cinco en variables-- al Bayern Múnich, debido a la necesidad que había en el equipo de Xavi Hernández de contar con un goleador de élite para acercar el proyecto a ganar la Liga. Y el resultado fue el esperado, teniendo en cuenta que consiguieron dominar en el panorama nacional con el delantero polaco anotando 23 goles en 34 partidos.
Sin embargo, a partir del Mundial de Qatar las sensaciones con el veterano jugador han ido empeorando. No solo en términos de cifras en ataque, sino también en su influencia colectiva. Ya no está generando mucho para el FC Barcelona y ha empezado a ser el foco de las críticas en el barcelonismo, lo que hace recordar perfectamente a lo que fue el cierre de ciclo de Luis Suárez con la camiseta azulgrana. El internacional con Polonia, de seguir en ese camino, apunta a convertirse en una doble carga para el club.
La carga económica
Una de las similitudes de Lewandowski con el delantero uruguayo es que está siendo una dura carga económica para el Barça. Hay que recordar que Luis Suárez, antes de salir al Atlético de Madrid, gozaba de un salario neto aproximado a los 15 millones de euros, siendo en aquel entonces el segundo jugador mejor pagado de la plantilla culé por detrás de Leo Messi. Con la crisis de la pandemia y los gigantescos gastos que afrontaba la junta de Bartomeu, decidieron cortar el grifo en algunos jugadores, lo que dio a pie a que el charrúa se fuera al equipo colchonero.
En este sentido, el salario de Lewandowski es un problemón para Laporta. El jugador de 35 años llegó con los máximos galones al Barça y con un salario de crack: 20 millones en su primer año, 26 en el actual, 32 el próximo y, otra vez, 26 en su cuarta y última campaña. Cifras que realmente superan la realidad económica de la entidad catalana y que hacen temblar al barcelonismo con respecto a lo que queda de su contrato.
La carga deportiva
Dicha situación del sueldo del polaco estaba prevista por la parcela ejecutiva del FC Barcelona; sin embargo, esperaban a que el rendimiento de Lewandowski pudiera justificar dicho desembolso. Y al menos en la actual temporada no está siendo el caso. Actualmente, el artillero culé suma ocho goles y tres asistencias en los 14 partidos en la Liga. Cifras que no son negativas, pero que se encuentran lejos de lo que supone un futbolista con ese salario. Sin dejar de lado que no ha visto puerta en varios cruces de mucha importancia: Atlético de Madrid, Real Madrid, Real Sociedad, Sevilla y Oporto.
Se trata de un caso que se asemeja completamente a lo que sucedió con Luis Suárez en sus últimos años con el Barça. Un delantero que todavía es capaz de marcar cifras notables, pero que ya no influye en escenarios de máxima exigencia, en especial en las competiciones continentales. Lewandowski, al igual que el uruguayo, se nota que le están empezando a pesar los años por los problemas que tiene para ayudar en la presión alta o en las transiciones a campo abierto.
De mantener un rendimiento similar al del curso anterior, la situación con el internacional con Polonia sería diferente. Pero su poca influencia en ataque hace que se señale con más contundencia el sueldo que está pagando la directiva de Laporta. La esperanza de la afición culé es que pueda tener un segundo aire a partir del próximo año, porque su nivel es lo que puede limitar por completo las aspiraciones del equipo que dirige Xavi Hernández.
La amenaza de una venta
El actual contexto de Lewandowski hace creer en la cúpula del club la idea de un traspaso en el próximo mercado de verano. En Culemanía hemos informado que la venta del delantero es bien vista por Laporta y también por su agente, Pini Zahavi, quien podría cobrar otra importante comisión. En cambio, falta por ver si el futbolista estaría dispuesto a cambiar Barcelona por las ofertas de Arabia Saudí.