Desde 1998 que el FC Barcelona tiene en la frontal de su camiseta a Nike. Se trata de una de las relaciones comerciales más longevas del fútbol mundial, en donde la empresa estadounidense ha logrado estar presente en algunos de los grandes momentos de la historia del club azulgrana. Sin embargo, el desgaste entre ambas partes empieza a notarse en los últimos años. Las tensiones y roces crecen de forma considerable, lo que alimenta una posible ruptura en el futuro.
En este sentido, los problemas entre la entidad y la marca de ropa han comenzado a presentarse en los recientes años, en especial por el último contrato que firmaron en 2016. En dicho acuerdo, Nike se comprometió a pagar 105 millones de euros (más 50 en variables) para seguir como uno de los Main Partners del Barça y como su proveedor oficial de mercancía deportiva. Un pacto que teóricamente posiciona a los culés como uno de los clubes con más ingresos en concepto de patrocinio, pero que está lejos de satisfacer por completo a la directiva de Joan Laporta.
Por esa razón, los altos mandos del FC Barcelona han tratado de insistir en una nueva negociación con la mencionada compañía para ajustar el acuerdo a uno que se adapte a sus preferencias, aunque es un objetivo realmente complicado. Las constantes tensiones entre las dos partes dificultan de forma considerable el plan de la parcela ejecutiva, lo que supone un desgaste de una relación que tiene más de 20 años de existencia.
Tensiones de lado y lado
Uno de los motivos que complica en exceso las negociaciones entre Barça y Nike es el hecho de las responsabilidades que se achacan ante los problemas que surgen en relación a la mercancía que debe estar en las tiendas del club. El curso pasado fue noticia que el club se quedó sin stock en sus principales locales de la camiseta del primer equipo, teniendo en cuenta la ilusión del barcelonismo con los fichajes (Koundé, Lewandowski y Raphinha) de aquel verano.
Por una parte, Nike responsabilizó al FC Barcelona de esa situación por tardar en llegar a un acuerdo con Spotify para aparecer en la parte frontal de la indumentaria, lo que representó una dificultad para tener a tiempo un mayor lote de mercancía en las Barça Store. Aunque una persona que trabajó en una de las tiendas del club señaló a Culemanía que gran parte de la culpa en ese tipo de situaciones también es de la empresa, debido a que suele haber errores en cuanto a las cantidades que necesitan con la enorme demanda de los aficionados azulgranas.
Ese contexto ha provocado una enorme desconfianza en la directiva de Laporta, debido a que se mostraron dudosos con respecto al cumplimiento de su proveedor en el actual curso con las diferentes camisetas e indumentarias especiales que han estado programadas. Precisamente, esos problemas con los suministros en las tiendas son lo que han terminado por desgastar mucho más la relación entre ambas partes.
La presencia de BLM
Otro de los motivos que también ha generado una mayor distancia entre el club y la compañía de ropa deportiva es el deseo del FC Barcelona de tener más control en la gestión de sus productos oficiales. Hay que recordar que en 2018 se fundó Barça Licensing and Merchandising (BLM), uno de los cuatro pilares sobre los que se sostenía Barça Corporate. La división del negocio de retail, integrado por 18 tiendas, se ha consagrado como una de las fuentes de ingresos más importantes de la entidad.
En la presentación de BLM, la anterior junta del club señaló en un comunicado que "con esta nueva gestión se cierra un capítulo de 16 años en que los derechos de merchandising del FC Barcelona habían sido gestionados desde FCB Merchandising, una compañía propiedad de Nike". Tras esa situación, la institución catalana quiere seguir escalando para aumentar los ingresos en los próximos años, aunque la presencia de la empresa norteamericana no se ajusta por completo a ese escenario.
Puma y New Balance entran en escena
El desgaste de la relación del FC Barcelona y Nike ha generado mucho interés en los competidores del sector. Desde hace tiempo se conoce que Puma --son sponsors del Manchester City-- ha querido dar un golpe sobre la mesa y convertirse en uno de los patrocinadores del Barça, mientras que en los últimos días se informó en el diario Sport que New Balance también estaría tanteando esa posibilidad.
Sin embargo, la junta de Laporta no se quiere precipitar a una ruptura inmediata con Nike, teniendo en cuenta que hay un contrato que mantiene vigente su alianza comercial hasta 2028. Por ahora, la parcela ejecutiva se mantiene con su plan de renegociar los términos actuales para tratar de rascar un poco más de dinero. Aunque los precedentes tan tensos no invitan a que sea una realidad en el corto plazo.