El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), según ha adelantado IUSPORT este viernes por la tarde, ha tomado la decisión de inhabilitar a Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, por un periodo global de tres años. El juez instructor le ha impuesto dos sanciones de un año y medio, una por el beso no consentido a Jenni Hermoso y la otra por el tocamiento de sus genitales en el palco, justo cuando terminó la final del Mundial Femenino de Australia y Nueva Zelanda.
El pasado 31 de agosto, el TAD ya estimó de forma parcial la denuncia del Consejo Superior de Deportes (CSD), y le abrió un expediente disciplinario por las mismas dos infracciones graves. Fue entonces cuando Rubiales presentó alegaciones, admitió los hechos y solicitó que fuera aceptado su arrepentimiento.
El alegato de Luis Rubiales
En las alegaciones finales, consideró que las sanciones "no se corresponden" a la dimensión de lo acontecido, y señaló que responden a una petición "injustificada y "arbitraria", intoxicada además por factores externos.
De ahí que el expresidente de la Federación considere que la sanción que se le debería haber interpuesto es, en el peor de los casos, apercibimiento, multa o inhabilitación de tres a seis meses.
La acusación de demagogia
En concreto, Luis Rubiales denunció la "permeabilidad" e "influencia" por parte de la presión mediática, así como de los poderes políticos del TAD, y anunció que le estarían "sirviendo en bandeja" acudir a la jurisdicción penal "en caso de que se consume una sanción por estos hechos".
Asimismo, lamentó que ha habido una "teatralización bestial", una "demagogia brutal" y un "linchamiento" en su caso, así como la "coincidencia caprichosa" en el número de su expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Catalunya, tras la declaración de independencia.