Joan Laporta vive al día. Como el FC Barcelona. El presidente parece haber asumido que cada semana pasan cosas que alteran la normalidad en un club ciclotímico por definición, que pasa del todo a la nada, o vicevera, en un plis plas. Tres semanas después de que la asamblea de compromisarios aprobara todas sus cuentas y él presumiera de los éxitos deportivos del equipo de Xavi Hernández, la afición ya se ilusiona con la reforma del Camp Nou y, sin embargo, palidece con los últimos partidos del Barça.
Xavi se ha convertido en un problema para Laporta. De momento, el presidente asegura que está satisfecho con la gestión del técnico de Terrassa, pero también admite que está preocupado con el juego del equipo. El Barça va de mal en peor. Está en crisis y necesita un tratamiento de choque inmediato.
El día después de la asamblea de socios compromisarios, el Barça ganó al Athletic gracias a un gol salvador de Marc Guiu. Después, perdió contra el Real Madrid, ganó en Anoeta un partido en el que la Real Sociedad fue muy superior, perdió contra el Shakhtar y derrotó al Alavés con otra actuación decepcionante.
Calendario complicado
El Barça, a dos puntos del Real Madrid y a cuatro del Girona, ha jugado con fuego en las dos últimas jornadas de Liga. El parón es la mejor noticia para Xavi, que deberá encontrar la fórmula para reactivar a un equipo atascado. Ansioso. El calendario, sin embargo, es complicado. Antes de Navidad, el Barça jugará en los campos del Rayo Vallecano y del Valencia, y recibirá al Atlético de Madrid, al Girona y al Almería.
Xavi también sabe que se la juega en Europa. El Barça solucionará todos sus problemas si gana al Oporto en Montjuïc. En caso de derrota, Xavi estará contra las cuerdas. El club azulgrana quedaría muy tocado si encadena su tercera eliminación en la Champions.
Las cifras económicas
Laporta vive ahora pendiente del marcador. De los resultados del equipo de fútbol. En el plano económico ha ganado tiempo. Los socios compromisarios aprobaron las cuentas de la pasada temporada, saldada con un beneficio de 304 millones de euros, gracias a las palancas, y el presupuesto del curso actual.
El Barça prevé unos ingresos de 859 millones de euros en la actual temporada, que espera saldarla con un beneficio de 11 millones, ya sin palancas.
La reforma del Camp Nou
Los socios del Barça, por otra parte, están pendientes de la reforma del Camp Nou. Su coste será de 960 millones y la transformación del estadio debe estar finalizada en verano de 2026. Antes, en noviembre de 2024, Laporta espera que el equipo regrese al Camp Nou, que tendrá un aforo de 65.000 espectadores.
El Camp Nou, dentro de un año, debería tener terminadas la primera y la segunda grada. También, el primero de los dos anillos VIP y el nuevo museo del club, que debe aportar unos 50 millones de euros anuales.
El 125 aniversario del club
Laporta quiere que el Barça celebre el 125 aniversario de la fundación del club en el Camp Nou y algunas fuentes aseguran que espera que la selección argentina sea el rival del equipo de Xavi. Sería el escenario perfecto para homenajear a Leo Messi, el mejor futbolista de la historia del Barcelona.
El nuevo Camp Nou tendrá una capacidad máxima para 104.600 espectadores y todas las gradas estarán cubiertas. Sin embargo, no tendrá un techo retráctil, como el Santiago Bernabéu. "Será el mejor campo del mundo", sostiene Laporta.
El bonus para Limak
Las obras, según el club, van a buen ritmo. En teoría, con un adelanto de un mes, motivo por el que Limak cobrará un bonus de un millón de euros. La compañía turca ya ha terminado las obras de derribo de la tercera grada y el acondicionamiento para iniciar la construcción de la tercera grada, que será simétrica.
Hoy, Laporta se ilusiona con el nuevo Camp Nou mientras espera nuevos ingresos. En cambio, sufre con el primer equipo de fútbol, el mismo que la temporada pasada ganó la Liga y calmó los ánimos de un club que estaba en horas bajas, muy bajas, y con una deuda actual de 1.200 millones de euros.