Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, quiere estrenar el nuevo Camp Nou en noviembre de 2204, con motivo del 125 aniversario de la fundación del club. Su plan, sin embargo, se complica día tras día. El club todavía no ha recibido la definitiva licencia para construir la tercera grada y en el Colegio de Arquitectos dudan de que haya tiempo para cumplir los plazos marcados por la actual junta directiva azulgrana.
Los trabajos de demolición de la tercera grada y de acondicionamiento para la nueva estructura ya están prácticamente terminados. Limak, sin embargo, no puede iniciar la nueva fase, a la espera de unos permisos que en el Barça confiaban que llegarían en agosto. Desde el Ayuntamiento de Barcelona se argumentó que "los trámites, en manos de técnicos, son lentos".
En el Ayuntamiento de Barcelona, asimismo, recuerdan que el primer proyecto de Nikken Sekkei, aprobado por el expresidente Josep Maria Bartomeu, ya fue validado. La actual junta, sin embargo, modificó sustancialmente las obras de reforma del estadio, aunque no de su entorno. Ahora es más alto.
Los plazos de Limak
El Barça quería iniciar la construcción de la tercera grada en verano. Desde Limak tranquilizaron al club con los plazos, convencidos de que sus técnicas de trabajo son más rápidas que las de otras constructoras. Sin embargo, los plazos se van acortando.
"La construcción de dos anillos de palcos y de otra grada es menos de 14 meses es, técnicamente, casi imposible. Depende de que Limak tenga departamentos de valor muy importantes y la licencia se conceda lo antes posible", asegura una fuente del Colegio de Arquitectos, que ya expresó sus reticencias sobre los plazos anunciados por el Barça y la elección de la constructora turca.
Las dos sanciones
El Barça, actualmente, dispone de un permiso de obras para trabajar cada día entre las 8:00 horas y las 21:00 horas. El club ya ha recibido un par de multas del Ayuntamiento de Barcelona, tras las quejas de algunos vecinos de Les Corts, molestos con los ruidos que ocasionan los trabajos que se realizan.
“Son dos sanciones administrativas --de 300 euros cada una--, una en el mes de agosto y la otra en septiembre. Ambas por el mismo tema, que es trabajar fuera de horario", explicaron fuentes del Barça a Culemanía. Los importes, obviamente, representan algo simbólico para una entidad en crisis económica pero que genera entre 700 y 800 millones de ingresos anuales.
Los vecinos de Les Corts
La primera sanción fue por empezar la jornada laboral antes de las 8.00 horas en verano. "Fue por el tema del calor", justificaron desde el club. La segunda multa vino por "un problema de papeleo". El asunto tenía que ver con el protocolo que suele seguirse para la conservación y trato del hormigón. Había que ir remojando el hormigón cada hora y media, y se pensaba que se había solicitado el permiso correspondiente al Ayuntamiento para acabar un poco más tarde esa jornada laboral.
Jaume Collboni, alcalde de Barcelona (PSC), también tiene previsto reunirse con los vecinos de Les Corts para escuchar sus quejas y "dar todas las explicaciones" necesarias.
El aspecto actual
"Es muy difícil que el Ayuntamiento, en los próximos meses, permita tres turnos de trabajo. Como máximo, autorizarán dos", argumentan en el Colegio de Arquitectos.
El Camp Nou presenta, actualmente, un aspecto desolador. Sin la tercera grada y sin asientos. También, sin césped. Solo se mantiene la estructura del estadio de 1957, del arquitecto Francesc Mitjans. Entonces, hace 66 años, el Camp Nou fue concebido como una instalación moderna y vanguardista.
Las dos reformas
El estadio del Barça solo ha sufrido dos reformas importantes. La primera, con motivo del Mundial de 1982, cuando el expresidente Núñez ejecutó la construcción de una tercera grada asimétrica. La capacidad del estadio pasó de 90.000 a 120.000 espectadores y permitió que el club superara, por primera vez, la barrera de los 100.000 socios.
La segunda reforma fue más discreta. En 1994, Núñez hundió el campo para crear nuevas filas de asientos. La capacidad, no obstante, se redujo hasta los 99.000 asientos al eliminarse las localidades de a pie.
El futuro campo
Laporta, que anteriormente pensó en Norman Foster para reformar el Camp Nou, afronta ahora la mayor obra del club en el siglo XXI. El futuro estadio del Barça tendrá una capacidad para 105.000 espectadores y todas las localidades estarán cubiertas.
El futuro Camp Nou será un estadio mucho más cómodo y sostenible. Laporta quiere que el equipo de Xavi abandone Montjuïc la próxima temporada y se traslade a su campo habitual para obtener más ingresos por la explotación del estadio, clave para la recuperación económica del Barça.
El coste económico
El Barça ingresa unos 55 millones de euros menos en Montjuïc que en el Camp Nou. Más allá de su negativo impacto económico, solo 17.000 de los 80 abonados del club retiraron su carnet para la temporada actual. La presunta normalidad, en el mejor de los casos, llegará a partir de noviembre de 2024, si finalmente se cumplen unos plazos que penden de un hilo.