El Espai Barça, el proyecto más ambicioso del club en el siglo XXI, se cobra otra víctima. Su director ejecutivo, Àlex Barbany, abandonará la entidad a finales de septiembre, en plena reforma del Camp Nou.
La marcha de Barbany ha sido confirmada por el Barça, pero el club no ha informado de las razones de otra ruptura que se suma a la más reciente de Jordi Llauradó, exdirectivo responsable del proyecto. Llauradó anunció su salida del Barcelona poco después de que se hiciera oficial el acuerdo con la constructora turca Limak.
Más salidas sonadas
Otras salidas vinculadas al Espai Barça han sido las de Ramon Ramírez, que perdió peso con la llegada de Joan Sentelles y terminó contratado por Llauradó; y las de dos miembros de la comisión del Espai Barça, el crítico Jaume Llopis y José Elías. El segundo fue avalista de Laporta y se marchó decepcionado al ver que no era escuchado. En cuanto a Llopis, se ha convertido en el detractor más feroz de la gestión de Laporta. No hay que olvidar que también se marchó el CEO Ferran Reverter, que llegaba como una estrella de la dirección desde Mediamarkt y no duró ni un año.
Barbany, una persona próxima a Laporta, se incorporó al Barça en 2021. Inicialmente, como director de ingresos del área comercial. En marzo de 2022 dio el salto al Espai Barça y se especuló que podría ser el sucesor de Ferran Reverter como CEO del club.
La trayectoria de Barbany
Barbany fue director general de Intu en España hasta diciembre de 2019. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas y MBA por Esade, ha estado toda su carrera profesional ligado al sector inmobiliario. Trabajó durante 17 años en la consultora inmobiliaria Cbre España, cargo que abandonó en 2017. Ese mismo año fue contratado por Intu, ejerciendo de director general de la empresa británica en España durante dos años y medio.
El Barça, mientras, prosigue con las obras de reforma del Camp Nou, a la espera de recibir la licencia definitiva para levantar la tercera grada y el doble anillo de localidades VIP.
La remodelación del Camp Nou costará 960 millones de euros y Limak debe terminar la primera fase de las obras en noviembre de 2024. A partir de entonces, el Barça jugará en el nuevo estadio, con reducción de su aforo, hasta 2026. Entonces, el nuevo Camp Nou tendrá una capacidad para 105.000 espectadores y todas las gradas estarán cubiertas.