El tiempo pasa deprisa. Más aún, cuando el día a día consiste en el seguimiento de un club tan bamboleante como es el FC Barcelona, marcado por una frenética actualidad que lo hace vibrante a la par que inestable. El subdirector de este medio, Lluís Regàs, suele emplear el término ciclotímico para poner nombre a esta montaña rusa de emociones que es el Barça, razón de ser de un modesto diario digital que fue bautizado como Culemanía y que cumple este 26 de septiembre su quinto aniversario.
Nacido con la misión de dar voz al barcelonismo y fiscalizar, con un prisma crítico, la gestión de cualquier junta directiva que gobierne el club, podemos decir que cinco años después se han logrado los objetivos iniciales más importantes. Culemanía es diario de referencia en el mundo culé, sus periodistas son asiduos a las ruedas de prensa y partidos del FC Barcelona para acercar su actualidad a los miles de fans de una entidad global con 124 años de historia. Su masa de seguidores ha crecido hasta superar los 330.000 followers en Facebook y los 50.000 en Instagram.
Crecen redes y audiencias
A falta de cerrar 2023, Culemanía también puede presumir de unas audiencias crecientes que alcanzaron una media de 1,5 millones de usuarios únicos mensuales en todo 2022, según datos extraídos de Google Analytics. Estas cifras han permitido que se convierta en poco tiempo en un diario sostenible, capaz de mantener un equipo de periodistas jóvenes y arrojados bajo el paraguas del grupo Crónica Global, que lidera la información digital en Catalunya con un total de nueve millones de lectores mensuales, y El Español, líder digital en toda España.
El proyecto, ideado en el verano de 2018, vio la luz el 26 de septiembre de ese mismo año bajo la edición de Xavier Salvador y la dirección de Víctor Malo. El citado periodista sigue como director del medio junto a un equipo cada vez más consolidado, con Lluís Regàs como subdirector y los periodistas Carlos Domínguez, Ángel Álvarez y Artur López conformando el equipo de redacción.
¿Qué ha pasado en estos 5 años?
En estos cinco años, como no podía ser de otro modo, en el Barça ha pasado de todo. El club ha cambiado de presidencia después de que Josep María Bartomeu, que figuraba como presidente desde febrero de 2014, fuese sometido a una moción de censura. La votación nunca llegó a producirse porque decidió dimitir en plena pandemia, ante las presiones generadas tras el escándalo del Barçagate, que lleva varios años en los juzgados sin novedades significativas.
En aquel periodo el primer equipo tuvo tres entrenadores diferentes --Valverde, Setién y Koeman--, ganó dos Ligas, dos Copas, una Supercopa de España y protagonizó dolorosas derrotas históricas como las de Roma (0-3), Anfield (0-4) o Lisboa, frente al Bayern (2-8). También fueron años polémicos por las ingentes cantidades de dinero que se invirtieron en fichajes como Coutinho, Griezmann o De Jong --Dembelé había llegado en 2017-- y por el incremento de una masa salarial que, entre otras cosas, había convertido a Leo Messi en el futbolista mejor pagado de todos los tiempos con un contrato de 555 millones de euros en cuatro temporadas.
Cambio de gobierno
Tras la dimisión de Bartomeu, en octubre de 2020, se celebraron nuevas elecciones que concluyeron con la victoria electoral de Joan Laporta el pasado 7 de marzo de 2021. El abogado regresaba a la presidencia del club tras haber gobernado de 2003 a 2010, después de imponerse con sobriedad a un Víctor Font que se creía ganador antes de jugar y a un Toni Freixa que tuvo un papel simbólico, del todo tesimonial, como ya le ocurriera en 2015.
Laporta, que basó su estrategia electoral en una pancarta ingeniosa frente al Bernabéu y en un ejercicio constante de dialéctica y carisma, improvisó un gobierno cimentado en una feroz crítica contra la herencia recibida y en ir poniendo parches para tapar agujeros que, dos años y medio después, siguen igual de profundos. También prometió convencer a Messi para renovar. Y lo hizo, Messi estaba convencido, pero le negó la renovación y el mejor jugador de todos los tiempos se fue del Barça. Lo más destacado de su gestión ha consistido en impulsar, por fin, las obras del Espai Barça mediante un acuerdo de financiación ya aprobado que ha comportado un crédito de 1.450 millones de euros y que terminará costando al club más de 2.800 millones.
El nuevo Barça de Laporta
Además, el ingenio de Laporta también originó la creación de las famosas palancas, que sirvieron a un club en ruinas para gastar más de 240 millones de euros en fichajes de jugadores (entre fijos y variables) y, así, armar un equipo que, contra todo pronóstico, ganó la última Liga. Con Xavi Hernández en el banquillo como técnico elegido para sustituir a Koeman, el Barça ha vivido una metamorfosis deportiva que todavía pasa de la ilusión a la decepción, y viceversa, en cuestión de días, pero que da síntomas de recuperar la estabilidad deportiva que se perdió en el ocaso de Bartomeu.
Hoy, el Barça genera ilusión en el plano deportivo y augura incertezas tanto en el ámbito económico como en el institucional. Xavi está comandando con pasión y razón un primer equipo que se ha reforzado con fichajes ilusionantes como Gundogan, Joao Félix, Cancelo u Oriol Romeu. Una plantilla corta, de solo 19 fichas, pero que da paso a jóvenes canteranos como Lamine Yamal o Fermín López, y que ya marcha líder en la Liga, título que se espera revalidar frente al Real Madrid de Bellingham.
Grandes retos futuros
En el plano institucional, Culemanía seguirá dando todas las claves de las obras del Camp Nou, el polémico traslado a Montjuïc, las relaciones con Goldman Sachs, cuyo crédito de 1.450 millones de euros se espera renegociar a la baja cuando mejoren los tipos de interés, la evolución del caso Negreira, los nuevos acuerdos de patrocinio para elevar la facturación del club, los tejemanejes para reducir la masa salarial y encajar en el Fair Play con importantes recortes en todos los ámbitos del club y, sobre todo, los riesgos que pueden desembocar en la transformación del Barça en una Sociedad Anónima Deportiva. Este escenario cada día se presume más probable, lo que supondría que la propiedad deje de ser de los socios para pasar a manos de un accionista mayoritario.
Está por ver si Laporta seguirá al mando del club cuando se produzca la hipotética transformación. El presidente, al menos, espera estar presente para la inauguración del nuevo estadio, previsto para noviembre de 2024. Muchas más dudas hay en torno a la posibilidad de que se vuelva a presentar a la presidencia en 2026, cuando finaliza su mandato actual. Una información que nuestros lectores siempre tendrán garantizada a través de Culemanía, Crónica Global y El Español.