Luis Rubiales está en el foco de las críticas. El mandatario de la Real Federación Española de Fútbol se encuentra en un momento en el que existen muchas dudas con respecto a su continuidad en el cargo, debido al beso no consentido a Jenni Hermoso en la final de la Copa del Mundo. Ese acto ha provocado una ola de pronunciamientos de diferentes sectores, siendo en su mayoría mensajes para condenar y reprochar el comportamiento del dirigente en cuestión. Sin embargo, el FC Barcelona ha brillado por su ausencia a lo largo de la semana.
El silencio del Barça
Se trata de una situación que ha llamado la atención de una buena cantidad de socios y fanáticos del club azulgrana. No solo por la gravedad del caso, sino también porque está relacionado a una exjugadora del Barça Femenino. Hay que recordar que Jenni Hermoso formó parte del conjunto culé durante siete temporadas --dividas en dos etapas-- y posee el reconocimiento de ser la máxima goleadora del equipo con un total de 181 goles.
Esa combinación de factores motivaron a pensar que el FC Barcelona se iba a pronunciar en la mayor brevedad posible. Pero hasta ahora no ha sucedido. En este sentido, clubes de mucha historia en el panorama regional, como el Sant Andreu y el Europa, se posicionaron de forma contundente para pedir la dimisión de Luis Rubiales como máximo mandatario de la Federación. Mientras que en la Primera División, el Getafe también ha salido a exigir la renuncia del presidente.
El silencio de la entidad presidida por Joan Laporta ha traído consigo varias críticas en las redes sociales. Lo único que se ha podido conocer es una filtración de los altos mandos a algunos medios de comunicación, quienes llegaron a comentar que el club considera que el comportamiento de Rubiales es "impropio" y "esperan explicaciones" en la asamblea extraordinaria del próximo viernes. Aunque hasta ahora no existe ningún comunicado en los canales oficiales.
El compromiso feminista
Por otra parte, la nula presencia del FC Barcelona en esta situación deja en evidencia el compromiso feminista que tanto ha defendido la junta en los últimos años. Hay que recordar que se ha posicionado de forma clara contra las actitudes machistas, siendo uno de sus manifiestos que "desde el mundo del deporte denunciamos todos los tipos, formas y ámbitos de violencia machista existentes y queremos reiterar nuestro apoyo y empatía con las supervivientes y su entorno".
La entidad catalana se ha mostrado muy activa en los últimos tiempos en su denuncia de los comportamientos machistas y violentos. Incluso, en una asamblea de socios compromisarios de hace dos años aprobaron la incorporación de un artículo en el que el club se posiciona a favor de los principios básicos y elementales de los seres humanos, recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Una serie de movimientos que se aplaudieron con mucha razón en aquel entonces, pero que necesitan ser aplicados cuando corresponde. Y con el polémico beso de Rubiales a Hermoso no ha sido el caso. La cúpula azulgrana necesita demostrar coherencia en este tipo de situaciones para que no queden esos artículos y pronunciamientos en simples palabras, en especial cuando otras instituciones se han mostrado contundentes.
Laporta evita el conflicto
El presidente del Barça ha preferido evitar un conflicto directo con Rubiales, siendo una decisión que se está cuestionando de forma notable. Desde hace un tiempo que Laporta ha mantenido una relación bastante cordial con su homónimo de la RFEF. Esa cordialidad entre las dos partes ha permitido que no exista algún tipo de fuego cruzado relacionado a situaciones polémicas, como es el caso del Barçagate de Negreira, recordando que el mensaje de la Federación ha sido bastante conciliador en un momento de mucho ruido mediático.
Por ahora, el FC Barcelona tiene decidido esperar a la resolución de la próxima asamblea extraordinaria de la RFEF, que se celebrará el próximo 25 de agosto (12:00 horas) en la sede de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. El club ha apostado por tener un perfil bajo en este caso, aunque el contexto invitaba a ser un poco más contundente. Una determinación que indudablemente no ha terminado sentando del todo bien a una parte de la afición culé.