El motivo real de las fricciones entre el Barça, Dembelé y el PSG

El final de la historia entre el FC Barcelona y Ousmane Dembelé se ha extendido más de la cuenta. Hace una semana que el atacante azulgrana dejó claro al Barça que su intención es comenzar una nueva etapa en el Paris Saint-Germain en este mercado de verano. Pero los días siguen pasando y todavía no hay un acuerdo entre todas las partes. Las fricciones han incrementado de forma considerable, sobre todo por la incapacidad de llegar a un acuerdo económico.

El cambio de escenario

A finales del mes de julio se llegaba a informar sobre la enorme posibilidad de que el PSG hiciera uso de la cláusula de rescisión de 50 millones de euros, establecida en el último contrato del galo. Ese pago parecía estar bastante encaminado, sobre todo porque facilitaba la salida del mencionado jugador a la capital francesa. Sin embargo, el propio extremo activó una cláusula privada para que el traspaso pudiera cerrarse en el comienzo de agosto.

Kessié y Dembelé, en el banquillo del Barça durante el amistoso contra el Milan REDES

El escenario inicial representaba una buena noticia para la directiva de Joan Laporta, debido a que los 50 kilos los ingresaban directamente y a partir de allí podían decidir como administrarlos con el entorno de Dembelé. Del mismo modo, ese dinero en cuestión lo podían incluir a nivel contable, independientemente si al final una parte iba a estar destinada al jugador. Era el camino más fácil para completar la operación, pero ahora el caso ha cambiado a una negociación que lleva más de una semana sin resolverse.

El motivo real de las fricciones

En este sentido, el verdadero motivo de las fricciones entre cada una de las partes es que ninguno está dispuesto a ceder en términos económicos. En el contexto actual, el PSG no quiere pagar más de 50 millones por el jugador; el FC Barcelona acepta esas condiciones planteadas, pero quiere llevarse más de la mitad; mientras que Dembelé se niega a que el club azulgrana obtenga más de 25 millones por la operación.

Se trata de una situación complicada, debido a que las informaciones iniciales indicaban a que el PSG habría estado dispuesto a pagar un poco más de dinero para que el Barça y el extremo francés pudieran estar contentos con la operación. Pero su postura de mantenerse en los 50 kilos ha provocado que ahora existan tensiones entre club y jugador. Ese acuerdo externo todavía no ha logrado cerrarse, porque los altos mandos del FC Barcelona están apretando lo máximo posible para rascar, como mínimo, unos 5-10 millones extras.

Actualmente, la cúpula de la entidad culé tiene la sartén por el mango. Si el entorno de Dembelé no está dispuesto a recibir un porcentaje inferior a la mitad del pago que debe realizar el PSG, entonces no van a permitir a que se produzca su salida. Por esa razón, el futbolista ha tenido que regresar desde París para entrenar nuevamente --como el resto de la plantilla-- en la Ciutat Esportiva Joan Gamper, lo que deja claro que el pacto todavía no está tan cerca de sellarse.

La postura de Dembelé

El entorno de Dembelé también juega sus propias cartas. Ese lado de las negociaciones no quiere ceder ante la exigencia del Barça de recibir en torno a los 30-35 millones de euros. Hay que recordar que el futbolista decidió notificar el club la intención de activar una cláusula privada en la que el PSG tenía un plazo de cinco días para abonar los 50 millones que podían destrabar la operación, siendo una medida para asegurar su parte del pastel. La cuestión es que, una semana después, ese pago todavía no se ha realizado.

El abrazo entre Dembelé y Laporta tras un entrenamiento del Barça FCB

Ante esa situación, el todavía extremo del Barça se encuentra en un punto en el que o cede a las pretensiones la directiva azulgrana o pide al Paris Saint-Germain que aumente la oferta de la operación para que las dos partes puedan salir satisfechas. Como ese último escenario es improbable, todo recae en un acuerdo interno entre futbolista y club. Tampoco hay que destacar la posibilidad de que Dembelé considere demandar por la firme postura la parcela directiva del FC Barcelona.

Como hemos explicado anteriormente, Laporta tiene una posición de ventaja en este caso. Está claro que la intención de todas las partes es que el acuerdo pueda darse en lo que queda de mercado de verano, pero las condiciones finales pueden provocar que el culebrón se extienda incluso hasta el debut del equipo de Xavi Hernández en la Liga, que será el próximo domingo 13 de agosto.