Las instituciones acosan al Barça: las sanciones de UEFA y Audiencia Nacional castigan los malabares de Laporta

El FC Barcelona ha sufrido un fin de semana negro en los despachos. La renovación de Nico Williams cayó como un jarro de agua fría sobre el barcelonismo en la mañana del viernes. El Athletic Club consiguió evitar el traspaso de su estrella mediante una reunión con la Liga a fin de fiscalizar los fichajes de sus homólogos barcelonistas. Pero lo peor estaba por venir. El mismo día, la UEFA sancionó al Barça con una multa de 60 millones de euros por infringir el artículo 91 del reglamento de sostenibilidad del organismo.

La guinda, una resolución de la Audiencia Nacional, el sábado. El tribunal ha rechazado el recurso de apelación interpuesto contra una sanción de la Liga ratificada por el juzgado central de lo contencioso-administrativo. La entidad presidida por Joan Laporta ha recibido el acoso de las instituciones prácticamente al mismo tiempo. El motivo detrás de estos escarmientos se remonta a los malabares financieros de la junta directiva. La maltrecha economía de la entidad obligaba a soluciones imaginativas para cuadrar balances y mejorar la primera plantilla.

Discrepancias contables

En primer lugar, la UEFA ha corregido partidas clave de los ejercicios 2023 y 2024 como las palancas. El club de la capital catalana declaró la venta del 25% de los derechos televisivos como 'otros ingresos operacionales', contra el criterio del ente rector del fútbol europeo. La institución que encabeza Aleksander Ceferin considera que tendría que haberse anotado dicho ingreso como 'beneficios por pérdidas de activos intangibles', por lo que no podría haberse imputado como un ingreso ordinario.

La multa impuesta por la UEFA al Barça tras el incumplimiento de las reglas de sostenibilidad financiera REDES

La Liga sí que admite la venta de patrimonio como ingresos operativos que generan Fair Play para aumentar el margen salarial. No así la UEFA, que revisó los resultados financieros de los ejercicios 2022-23 y 2023-24. Tras la inspección contable, determinó que el Barça había sobrepasado el déficit acumulado permitido en dos cursos. En consecuencia, el club catalán incumplió el artículo 91 del reglamento de sostenibilidad y recibió una multa de 60 millones con la siguiente estructura: 15 kilos fijos y 45 millones condicionales, supeditados al grado de cumplimiento de unos parámetros financieros acordados.

Sanciones más severas

Los 15 millones se anotarán en los gastos para el presupuesto de la campaña 25-26. Después de alcanzar un pacto de conciliación que contempla la rebaja de la sanción económica, el Barça tendrá que ajustarse a un déficit máximo de 5 millones en la temporada 25-26. En la 26-27, tendrá que cumplir plenamente con la norma de estabilidad financiera. 

Si se vulnera el acuerdo con control estricto y retroactivo, la entidad barcelonista se enfrentaría a la exclusión de competición europea en los tres próximos años o una reducción de los cupos para inscribir jugadores en la Lista A de la Champions League. En el supuesto de que gaste más de lo que ingresa en fichajes, no podría registrar los nuevos refuerzos para que jueguen el torneo continental por excelencia.

Doble rasero

En tanto, el cristal que da sentido a la lupa de la UEFA se rompe cuando se escrutan minuciosamente las cuentas de clubes Estado como el PSG y el Manchester City. El órgano de control financiero revisó los fichajes astronómicos de Neymar Jr y Kylian Mbappé. Con esto, concluyó que los ingresos por patrocinadores vinculados a Qatar eran válidos.

Neymar Jr con Nasser Al Khelaifi en su presentación con el PSG EFE

En cambio, la UEFA castigó a los citizens con una multa de 30 millones de euros y la expulsión de competiciones europeas durante dos años. El club mancuniano habría inflado ingresos por patrocinios, además de ocultar los sueldos reales entre 2012 y 2016, y obstruir la investigación. Sin embargo, el TAS redujo la pena económica a 10 kilos y revocó el resto de la sanción por cargos prescritos y falta de pruebas.

Medidas para situaciones desesperadas

La radiografía económica desastrosa heredada de la anterior junta directiva y agravada por la pandemia del coronavirus empujó a la junta de Laporta a la solución contable de las palancas. La  comercialización de un primer 10% de los derechos audiovisuales permitió evitar 120 millones de pérdidas en el ejercicio 21-22. Tampoco se podía reforzar el equipo sin ingresos que generasen Fair Play.

Memphis celebra un gol con el Barça EFE

En 2021, el año del regreso de Laporta a la presidencia, no había liquidez ni para pagar las nóminas de una masa salarial sobredimensionada. Por ello, los fichajes de Memphis Depay, Kun Agüero y Éric García se inscribieron más tarde de los 15 días permitidos por la patronal. Dichos contratos superaron el plazo legal, como también el acuerdo colectivo de reducción salarial pactado con la primera plantilla en diciembre de 2020. 

Multas por 150.000 euros

De ahí proviene la última penalización económica ordenada por el juez de disciplina social de la Liga. El magistrado había abierto cuatro expedientes disciplinarios en octubre de 2021. Dos meses más tarde, castigó al FC Barcelona con tres multas de 30.000 euros, cada una, y una cuarta tasada en 60.000 euros. En total, 150.000 euros que tendrán que saldarse tras la última resolución de la Audiencia Nacional por una infracción tipificada como "muy grave" en los estatutos sociales de la Liga.

Joan Laporta y Javier Tebas, en un fotomontaje con la sede de la Liga de fondo MONTAJE CULEMANIA

El Barça presentó recurso contra la primera sentencia ante el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), pero recibió una resolución contraria en abril de 2022. El mismo portazo recibió del  juzgado central de lo contencioso-administrativo. Finalmente, la Audiencia Nacional ha tumbado el recurso de apelación presentado contra el último dictamen. No resulta tan llamativa la sentencia como el momento elegido, en sincronía con la UEFA, meses después de la victoria judicial para las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor.