El apellido Soler se escuchaba a menudo por los campos de fútbol de principios del siglo pasado, así que, por estadística, algunos de sus portadores debían ser familia. Por lo general, la prensa de antaño escondía los nombres de pila, pero el semanario Los Deportes, en una crónica de 1906, desveló la incógnita al referirse a “los hermanos Soler” como jugadores del FC Barcelona. En ese encuentro, uno actuó de portero.
De todos los Soler de aquellos años, el único que era portero se llamaba Joan Soler Lluch (Barcelona, 1881-1961), apodado el Largo por su estatura. Entró en el Barça en 1903, aunque disputó el primer partido oficial el 3 de enero de 1904: victoria arrolladora ante el San Gervasio (10-0) en el Campeonato de Cataluña, el único torneo que ganó, según explica el libro El árbol del Barça (Ed. Círculo Rojo).
Manel, el hermano defensa
La obra da algunos detalles más sobre Joan Soler, como que, aparte del fútbol, también practicaba el atletismo, el ciclismo y la pelota vasca. Además, sugiere que fue presidente de la Asociación de Pescadores Deportivos y que escribió los libros Didáctica cinegética, tratado de caza mayor y La pesca deportiva.
Menos información hay de su hermano Manel Soler, más allá de que jugó en el Barça a principios del siglo XX y que, al contrario que Joan, era medio o defensa.