La justicia ha sentenciado a Dani Alves a cuatro años y seis meses de prisión por agresión sexual. Los hechos por los que se le castiga se remontan a diciembre de 2022, cuando el entonces futbolista de Pumas invitó a una joven al reservado de la discoteca Sutton de Barcelona y la violó en el lavabo, según considera probado el tribunal. De este modo, el defensa, que vistió la camiseta azulgrana en dos etapas (2008-16 y 2021-22), se convierte en el último jugador con pasado en el Barça que termina en la cárcel, y el primero de todos ellos condenado por un delito contra la libertad sexual.
Antes que Alves, sin embargo, hubo otros compañeros que terminaron entre rejas –y otros que, igualmente condenados, las eludieron, como Samuel Eto’o y Leo Messi, ambos por defraudar a Hacienda, o Diego Armando Maradona, por cuestiones de drogas–, comenzando por el gran portero Ricardo Zamora. En efecto, el Divino, que defendió el jersey barcelonista durante tres temporadas (1919-20 a 1921-22), antes del nacimiento de La Liga, terminó en la cárcel hasta dos veces, en ambos casos por razones políticas. La primera de ellas fue en 1936.
Razones políticas
En aquellos días, Zamora acababa de ganar la Copa con el Real Madrid, pero enseguida se produjo el golpe militar, que fracasó parcialmente en esa ciudad española. En esos tiempos reinaba el caos, y hubo detenciones en masa de todo aquel sospechoso de tener relación con grupos conservadores. El Divino era uno de ellos. Así que terminó encarcelado en la Modelo de Madrid unos meses. Tras su liberación, se refugió en la embajada argentina y, al año siguiente, huyó a Francia hasta que terminó la guerra. Demasiado tiempo, pues la Ley de Responsabilidades Políticas impedía estar más de dos meses fuera del país tras abandonar la zona roja. Por eso estuvo tres días más en cautiverio en el penal de Porlier, ahora capturado por el otro bando.
Otro exazulgrana que pasó por la cárcel, también por razones ideológicas, fue el excelente extremo izquierda Emili Sagi Liñán, Sagi-Barba. Estuvo en el Barça media vida, pero también tenía mucho interés en la política en unos años realmente complicados para ciertas tendencias; estaba afiliado a ERC. Además, en 1936, entró en la logia masónica Themis, aunque nunca participó en ninguna actividad, pero corría demasiados riesgos en aquella España, de modo que se exilió a París en 1937 y, acto seguido, encontró trabajo en Argelia. Pero, confiado, volvió a la Península demasiado pronto, y se le aplicó la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, por lo que pasó 18 días en la Modelo de Barcelona en 1943, en prisión preventiva. Un año después, fue juzgado y condenado a 12 años y un día, pena que se le conmutó por la obligación de presentarse en la comisaría tres veces al mes.
Blanqueo de capitales
Más reciente fue el ingreso en prisión del excapitán del Barça Gica Popescu. Jugó en el Barça dos años (1995-97), casi el mismo tiempo que pasó en la sombra entre 2014 y 2015 por fraude y blanqueo de capitales en el traspaso de futbolistas rumanos (su país de origen) a equipos extranjeros.
Y el mismísimo Ronaldinho estuvo encerrado en 2020 en Uruguay al tratar de entrar en el país con un pasaporte falso.