La rivalidad entre el Barça y el Real Madrid vivió sus días más tensos de las últimas décadas con Pep Guardiola y José Mourinho como entrenadores de ambos equipos. Fueron dos años intensos, crispados, con ataques verbales y campañas mediáticas muy duras. Esos debates, hoy, están totalmente caducados y dan la razón al club azulgrana.
Pep Guardiola y Leo Messi siguen en lo más alto del fútbol, recibiendo premios de la FIFA, mientras que Mourinho acaba de ser despedido y Cristiano Ronaldo juega por placer o por dinero. Una década y media después del gran año del Barça, 2009, su legado sigue vivo. El del eterno rival, no tanto.
El sextete de Guardiola
El mejor Barça de la historia fue el de Pep Guardiola. Y 2009 fue su mejor año, con la conquista del famoso sextete: Liga, Copa, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes.
Con Guardiola de entrenador y Messi como estrella, el Barça ganó tres Ligas en cuatro años. Y dos Champions. Ese Barça era la gran referencia del fútbol, un equipo admirado en todo el mundo.
El encargo a Mourinho
En 2010, Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, fichó a Mourinho, campeón de Europa con el Inter de Milán. El técnico portugués recibió el encargo de combatir al mejor Barça de todos los tiempos.
El primer duelo entre el Barça de Guardiola y el Madrid de Mourinho terminó con 5-0 en el Camp Nou. El último partido entre ambos, en 2012, acabó con victoria madridista por 1-2 en el estadio azulgrana.
En la temporada 2010-2011, el Barça ganó la Liga y la Champions, mientras que el Real Madrid se proclamó campeón de la Copa del Rey. En la segunda, el grupo blanco logró la Liga y los barcelonistas, la Copa. Mourinho, sin embargo, no pudo conquistar Europa con el Madrid y su fútbol trascendió mucho menos que el de Guardiola. Una década y dos años después, las comparaciones son odiosas y la historia premia al Barça.