Antes de otro absurdo e inoportuno parón de selecciones, el Barça puede dar un golpe de autoridad en la Liga y descolgar a uno de sus perseguidores, el Atlético de Madrid, si consigue ganar a los de Simeone en el Metropolitano.
El equipo de Hansi Flick llega a la cita habiendo demostrado una vez más su buen estado de forma y las ganas que tienen estos jugadores de hacer historia y levantar títulos, hasta el punto que algunos ya empiezan a hablar abiertamente de ser candidatos a todo.
No hay duda de que este equipo se lo cree, sin tener en cuenta la situación o el marcador, no dejan de luchar, defender, atacar y, en definitiva, hacer disfrutar a una afición que también sueña en grande y apoya al equipo, aun sin la grada de animación.
No hay más que ver el último partido en Montjuïc contra el Atlético, cuando los colchoneros se habían puesto 0-2 al marcador y tanto los jugadores como el staff como también la afición, lejos de bajar los brazos siguieron apretando conscientes de que podían darle la vuelta al marcador como así lo hicieron.
En Lisboa tras la expulsión de Cubarsí, nadie dejó de creer en las opciones del Barça para llevarse un buen resultado para la vuelta, la convicción de este grupo es total y absoluta y la comunión entre equipo, staff y afición es máxima, hasta el punto que algunos ya están mirando vuelos a Múnich para la final de la Champions.
Las notas se ponen en mayo, pero no se puede negar que de la mano de Hansi Flick, nadie baja los brazos en ningún momento y se sigue peleando cada partido hasta el final, independientemente de la situación o el marcador, hasta el punto que a mediados del mes de marzo este Barça sigue vivo en todas las competiciones, posiblemente como favorito, y ha ganado el único título que ha disputado hasta el final.
Este equipo da un paso adelante ante las adversidades, no le importa recibir golpes porque sale a flote ante todo, le ha dado igual la mala racha en la Liga que ha seguido peleando hasta el punto que es el único club que se mantiene invicto este 2025 dándole la vuelta a la situación en la competición y avanzando en paso firme en la Champions.
Tampoco podemos pasar por alto la Copa, ese título que sirve para complementar cualquier buena temporada y que da un billete directo para la Supercopa, el Atlético no será un rival fácil pero la afición quiere una nueva final y otro título en las vitrinas.
Más allá de los resultados, este Barça se mantiene fiel a sus principios, a su estilo, sin importarle el rival que tiene delante, jugando como sabe y con un grupo de jugadores donde prácticamente todos pueden formar parte del once titular en cualquier momento sin que se note el cambio y sacando lo mejor de sí mismos, porque Flick ha conseguido que el mismo grupo de jugadores del curso pasado parezcan totalmente diferentes.
Si hoy el Barça es capaz de aprovechar el momento delicado del Atlético pondrá tierra de por medio con los colchoneros en la Liga, teniendo en cuenta que tienen un partido menos por el fallecimiento del Doctor Miñarro (Descanse en paz Doqui), un golpe de autoridad en la Liga frente a un equipo que parece que únicamente da un paso al frente contra los blaugranas, aunque cayó con una decisión arbitral totalmente inverosímil en la Champions.
La prioridad es siempre el siguiente partido, una vez terminado el de Liga será el momento de volver a pensar en lo que nos viene y especialmente en la Champions, donde el Borussia no será fácil pero ya hemos demostrado que podemos derrotarles y seguir adelante en la competición, aunque toque competir con el muro amarillo y sin grada de animación, otro punto incomprensible teniendo en cuenta como está la temporada y el equipo.
Toca seguir, toca luchar, toca no dejar nunca de creer en un equipo y unos jugadores que ya han dado motivos de peso para que nos ilusionemos y sigamos soñando en grande y pensar que se puede volver a hacer historia y escribirla en letras doradas.
El Barça bien lo merece, esta afición merece alegrías tras momentos muy difíciles, estos jugadores deben lucir grandes títulos en su palmarés, y Hansi Flick debe entrar en los altares de los grandes entrenadores blaugranas.
Por cierto y para los más escépticos, si se alcanza la final de la Champions y es contra el Real Madrid, los que deben tener miedo son los blancos, pues el Barça es el único equipo que ha demostrado que no tiene miedo a absolutamente nadie ni en ninguna competición. Si hay que hacer historia la haremos a lo grande.