El triunfo del Barça en el campo del Benfica fue mucho más que un triunfo. Los hombres de Flick fueron capaces de vencer a pesar de jugar con un hombre menos durante más de 70 minutos y lograron una ventaja vital para afrontar la vuelta de la próxima semana en Montjuïc.
A pesar de que la expulsión de Cubarsí genera dudas por la posible falta previa sobre De Jong, el Barça demostró que ha crecido de manera exponencial respecto a la temporada pasada. El equipo fue capaz de defender, sufrir y también generar peligro tocando las teclas correctas en cada momento en Da Luz.
Valga la redundancia, Pedri y Szczesny brillaron con luz propia. El canario es, con diferencia, el mejor centrocampista del mundo. Con el balón en los pies no hay quien lo detenga y, defensivamente, parece que tenga cinco pulmones. Está en estado de gracia.
Por otro lado, Szczesny hizo una auténtica exhibición de paradas para terminar de confirmar lo que ya veníamos diciendo en las últimas semanas. Flick tenía razón con el cambio en la portería. El polaco ha aparecido en el tramo más importante de la temporada para tapar las carencias que tenía el equipo bajo palos.
Estoy muy contento. Todavía queda certificar el billete para los cuartos de final, pero con esta actitud y este talento en la plantilla, parece difícil que este año el Barça no gane algún título importante.
Lamine y un debate absurdo
Aunque no se pueden sacar demasiadas conclusiones de la victoria contra la Real Sociedad, la Liga sigue poniéndose de cara para el Barça. Un partido más y una jornada menos. A pesar de ello, tampoco podemos pasar por alto que el equipo mostró una versión muy buena y que los jugadores siguen creciendo y ganando confianza semana a semana.
Algunos, sin embargo, se esfuerzan en buscar fantasmas donde no los hay. Es el caso de Lamine Yamal y su sequía goleadora en la Liga. ¿Nos gustaría que tuviera más gol? Sin duda. ¿Preocupa? En absoluto. El de Rocafonda tiene muchas otras virtudes, además del gol y, con sus acciones de genio y numerosas asistencias, ya hace que pagar una entrada merezca la pena. Su rendimiento es de nivel mundial y, a veces, olvidamos que todavía es menor de edad.
Más allá de que esto suponga un hecho relevante a ojos de la ley, también debemos tener presente que, con 17 años, sigue siendo un futbolista en formación. Por este motivo no me preocupa ni lo más mínimo que Lamine no tenga la misma facilidad para ver portería que otros jugadores. Tampoco la tenían Messi ni Vinicius a su edad. Ambos me parecen el ejemplo perfecto para demostrar que esto es solo un hecho anecdótico y que acabará cambiando. Estoy convencido.
Que Lamine Yamal ya sea candidato al Balón de Oro sin marcar dice mucho de su rendimiento. Así que, el día que marque con la misma facilidad con la que nos hace levantar de la silla, ya no habrá espacio para los más críticos, que una vez más tendrán que tragarse sus palabras ante uno de los mayores talentos que jamás ha salido de la Masía del Barça.
¿Turno para Ansu?
Ansu Fati merece volver a tener minutos en el próximo encuentro ante Osasuna. El joven delantero lleva meses en el ostracismo, trabajando en silencio y sin alzar la voz. ¿Tan mal lo está haciendo? ¿Tan lejos está del resto de sus compañeros?
Su rol no puede limitarse a la grada o al banquillo. Los minutos en el campo son esenciales para que, como mínimo, recupere sensaciones y vuelva a sentirse futbolista. Además jugando en casa ante Osasuna y, justo antes de recibir al Benfica, sería un escenario ideal para que Ansu volviera a jugar.
Flick tiene en sus manos la oportunidad de reintegrar a Ansu Fati de manera progresiva, brindándole minutos para recuperar a un futbolista que en su día fue la gran esperanza blaugrana. Nadi, o casi nadie, confía ya en volver a ver esa versión de Ansu, pero creo que es hora de darle una nueva oportunidad y permitirle demostrar que todavía puede aportar su granito de arena.