Imagen de Johan Cruyff en un partido del Barça / Redes

Imagen de Johan Cruyff en un partido del Barça / Redes

Culemaníacos

La herencia cruyffista en el Barça de Xavi

El exfutbolista y extécnico azulgrana falleció hace siete años y fue el gran referente deportivo de Laporta

24 marzo, 2023 00:34

Josep Guardiola aparcó sus debates sobre fútbol para saludar y besar a Danny Cruyff, visiblemente emocionada. A escasos metros estaba Joan Laporta, presidente del FC Barcelona. En el palco del Camp Nou, pasado y presente del club se fundieron en un instante único antes del clásico del pasado domingo. El legado de Johan Cruyff es eterno en el Barça. Este viernes se cumplen siete años del fallecimiento de El Flaco, posiblemente la persona más influyente para el máximo dirigente barcelonista y un referente para Xavi Hernández, actual técnico azulgrana.

El Barça actual no puede entenderse sin la figura de Cruyff, jugador del club entre 1973 y 1978, y entrenador entre 1988 y 1996. Johan, además, fue clave en la contratación de Frank Rijkaard y de Pep Guardiola. Xavi también se inspira en su filosofía futbolística, aunque con matices. Su Barcelona es más pragmático que el de Cruyff, tal vez porque no le sobra talento y porque el fútbol, hoy, es mucho más físico que hace tres décadas.

Buena relación

Profesionalmente, Cruyff nunca coincidió con Xavi, pero ambos tenían una buena relación. En más de una ocasión debatieron de fútbol y, sobre todo, del Barça. Coincidían en muchas cosas y discrepaban en pocas. Al extécnico azulgrana le encantaba la visión de juego de Xavi, su buena lectura de los partidos cuando jugaba en el equipo azulgrana.

Una foto de Pep Guardiola y Xavi Hernández en el Barça / EFE

Una foto de Pep Guardiola y Xavi Hernández en el Barça / EFE

Una foto de Pep Guardiola y Xavi Hernández en el Barça / EFE

Xavi, mientras, nunca ha ocultado que Cruyff es su gran influencia. También lo son Guardiola y Luis Aragonés. El técnico de Terrassa y el neerlandés siempre abogaron por un fútbol bien elaborado y ofensivo, protagonista. Ocurre, sin embargo, que el Barça actual brilla más por su rendimiento defensivo. Solo ha recibido nueve goles en la Liga y en el penúltimo duelo contra el Real Madrid tuvo un 35% de posesión del balón. El pasado domingo, en cambio, el Barça de Xavi fue mucho más atrevido, fiel a su ADN.

Las coincidencias y los cambios

De Cruyff, Xavi mantiene, por ejemplo, su apuesta por los futbolistas técnicos, por generar superioridades en el centro del campo y por jugar, como mínimo, con un extremo bien abierto. La figura del mediocentro sigue siendo intocable. Y Busquets es el nuevo Guardiola.

Con Xavi, no obstante, ha evolucionado el modelo. El Barça actual es mucho más intenso en la presión al rival. Hay más diferencias. Cruyff solía despreciar las jugadas a balón parado. El actual entrenador, en cambio, lo tiene todo planificado. Deja menos cosas a la improvisación y vive los partidos con mucha más intensidad.

Joan Laporta y Johan Cruyff, en un acto público / EFE

Joan Laporta y Johan Cruyff, en un acto público / EFE

Joan Laporta y Johan Cruyff, en un acto público / EFE

El fichaje de Rijkaard

Cruyff, además, fue el gran apoyo de Laporta durante su primer mandato como presidente del Barça. Fue él quien recomendó el fichaje de Rijkaard tras fracasar con Van Basten. Y fue él quien le sugirió a Guardiola que tenía que ser valiente en la toma de decisiones. Y Pep lo fue al forzar las salidas de Ronaldinho y Deco. Con Eto'o tardó un año.

Laporta, cruyffista confeso, ha reconocido muchas veces que echa de menos a Cruyff. "Era mi mejor apoyo", sostiene el actual presidente del Barça, que ha incorporado a su hijo, Jordi, como director deportivo del Barça. Por encima está Mateu Alemany, director de fútbol, y persona con una mirada poco cruyffista que trata habitualmente con Xavi para construir otro Barça ganador.

El 'Motín del Hesperia'

Cruyff, como Xavi, heredó un Barça roto, inmerso en una grave crisis institucional tras el Motín del Hesperia. Hoy, el Barcelona sigue siendo un club convulso, mucho más tocado económicamente y con una crisis reputacional de consecuencias imprevisibles tras destaparse sus pagos a Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.