El Barça renuncia a su ADN para ganar al Real Madrid
Un autogol de Militao tras un error defensivo condena al equipo de Ancelotti en la Copa
2 marzo, 2023 22:55Cambió Xavi el manual y el Barça resistió en el Bernabéu. Ausentes sus futbolistas más creativos y desequilibrantes, el equipo azulgrana se aplicó en defensa y aprovechó un error de Camavinga para dar el primer golpe en las semifinales de la Copa del Rey. El día que renunció a su ADN, el Barça dejó frustrado a un Madrid con más fútbol que pegada, que apenas inquietó a Ter Stegen.
Xavi no dudaba del compromiso de sus futbolistas, pero sí temía las bajas de Pedri, Dembelé y Lewandowski, las tres piezas clave del Barça en el juego ofensivo. Tampoco le ayudaba la lesión de Christensen, un jugador que asegura una buena salida del balón y tácticamente muy disciplinado. Ante semejante panorama, el técnico quiso restar presión a sus jugadores tras las derrotas de Mánchester y Almería, pero al mismo tiempo les pidió ambición y desparpajo.
Las lesiones
Las lesiones y las bajas del mercado de enero han dejado al Barça diezmado. La plantilla azulgrana ya no es el plantillón que dijo Xavi a principios de temporada y el Madrid encaró el partido con mucha más intensidad que la final de la Supercopa de España. El grupo de Ancelotti, obsesionado con dar el primer golpe en la Copa del Rey e intimidar al eterno rival en el tramo final de la Liga, arrancó como una moto y Modric ya pudo marcar en el primer minuto.
Kessié, un futbolista más físico que exquisito, se convirtió en el principal apoyo de Sergio Busquets, mientras que Frenkie de Jong jugó en una posición más avanzada, con Gavi como falso extremo, y Raphinha y Ferran Torres como grandes referentes ofensivos. En defensa, Araujo se encargó una vez más de la vigilancia de Vinicius.
El error de Camavinga
Al Barça le duraba muy poco el balón. La presión madridista se le atragantaba al equipo azulgrana, más pendiente de cerrar espacios que de resquebrajar la defensa local. Sin embargo, se mostró firme el Barcelona, que aprovechó un error de Camavinga para adelantarse en el marcador tras un remate de Kessié que despejó Courtois y Militao introdujo el balón en su propia puerta. Fue un gol con suspense, anulado inicialmente, pero confirmado por el VAR.
El Madrid encajó mal el gol y el Barça se animó. No encontraba buenas líneas de pase el equipo de Ancelotti ante un rival mucho más pragmático que de costumbre, cómodo sin el balón. Un claro ejemplo era Raphinha, poco acertado con el balón, pero muy generoso en labores defensivas.
Acoso madridista
Tras el descanso, el Madrid intentó poner una marcha más y para acorralar a un Barça resiliente, con Valverde muy activo y un Vinicius que se olvidó de hacer teatro para centrarse en el partido. Le costaba al cuadro azulgrana jugar en el campo rival, con Ferran peleándose con toda la defensa blanca y Raphinha retrasando su posición.
El Barça, en pleno acoso del Madrid, apostó por una línea de cuatro en defensa y otra de cinco jugadores a escasos metros que le complicaban la existencia al colectivo blanco. Ancelotti, mediada la segunda parte, dio entrada a Rodrygo por Nacho, pero su equipo no tuvo chispa ni ideas para poner en aprietos a Ter Stegen, protegido por una defensa impecable.