Xavi Hernández, exentrenador del FC Barcelona, ya ha pasado página de su turbulento último año en Montjuïc. En enero de 2024, anunció su dimisión, en abril, dio marcha atrás, y en mayo sufrió la destitución tras una temporada 2023-24 en blanco. Un discurso pesimista y conformista en una rueda de prensa condenó su futuro en la entidad presidida por Joan Laporta.
Tras alzar una Liga y una Supercopa en 2023, el equipo azulgrana se durmió en los laureles, aun con los fichajes de Iñigo Martínez, Ilkay Gundogan, y los Joaos, Félix y Cancelo. Año y medio más tarde, el entrenador egarense ha reconocido durante el Campus ESIC el gran error que cometió durante su etapa entre el Camp Nou y Montjuïc.
"¿Qué me pasó?"
Cuando regresó a la capital catalana en noviembre de 2021, elevó el nivel de exigencia para recuperar la senda de los títulos: "Comencé mi carrera como entrenador en el Barça con altas exigencias para los jugadores y el club, ya que el club venía de un período en el que no había muchas exigencias".
Xavi Hernández, antes del Sevilla-Barça, su último partido como entrenador
Después de tocar el cielo y lograr el sorpasso sobre el Real Madrid en competición doméstica, el cuerpo técnico relajó sus métodos estrictos: "Mi error fue mantener esos altos estándares solo durante un año, desde que llegué hasta que ganamos la Liga, la Supercopa... Tiempo después, pude ser autocrítico y me dije: 'Maldita sea, ¿qué me pasó?'".
La revolución de Flick
"Había bajado esos altos estándares y los jugadores ya no tenían la misma actitud, el mismo respeto, el mismo esfuerzo. Los estándares fueron bajando cada vez más hasta el punto de que en mi última temporada no ganamos nada", lamenta el estratega catalán.
Los jugadores del Barça mantean a Hansi Flick, tras ganar la Liga en el derbi contra el RCD Espanyol
Hansi Flick recogió el testigo, acompañado por un staff de eruditos que revolucionaron los entrenamientos y catapultaron el rendimiento del cuadro catalán hasta conquistar el triplete nacional de títulos. Con las únicas incorporaciones realizadas de Dani Olmo y Pau Víctor, y la promoción de Marc Bernal y Marc Casadó desde la Masía, el entrenador alemán demostró que aquella plantilla ya atesoraba las capacidades para competir por todos los trofeos.
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