
Graves insultos xenófobos y homófobos entre hinchas de Inter y Barça tras la derrota azulgrana en Milán CULEMANIA
Graves insultos xenófobos y homófobos entre hinchas de Inter y Barça tras la derrota azulgrana en Milán
A la salida del Giuseppe Meazza, que se prolongó durante una hora y media para facilitar el desalojo de interistas y evitar peleas, se produjo un cruce de improperios racistas con varios culés como protagonistas
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La fatídica noche del martes en Milán ha dejado secuelas. Algunos se centran en culpar solamente al árbitro, Szymon Marciniak, y sus asistentes en el VAR, Pol van Boekel y Dennis Higler --la verdad es que todos tienen un historial negativo de partidos arbitrados al Barça--, otros señalan a varios jugadores azulgranas, especialmente a Ronald Araujo --aunque también Olmo y De Jong salen un poco trasquilados--, hay quien carga contra Balde por borrarse e, incluso, hay quien se muestra crítico con Lamine Yamal, que tuvo el cuarto gol en sus botas y pudo tener más paciencia en la acción del disparo al poste. Hasta Ter Stegen ha recibido palos por no presentarse en la final y Koundé también ha protagonizado una enganchada en redes sociales con periodistas y medios de comunicación.
La afición del Barça, en cambio, se llevó el MVP de Culemanía por su entrega incondicional al equipo. Unas 4.300 gargantas desgarradas que animaron a más no poder, aunque fueron muriendo poco a poco tras el empate a tres. En la prórroga, no pudieron animar como en el segundo tiempo, pero algunos resistieron y dejaron el pabellón de la hinchada culé muy alto. Sin embargo, el comportamiento excepcional de la mayoría no debe ocultar las malas formas de unos pocos que hacen mucho ruido.
Partido de Alto riesgo
Lamentablemente, los insultos y desprecios de aficionados del Barça a hinchas del Inter fueron una constante. Tanto en Barcelona, como en Milán. El "Inter, Inter, vaffanculo" --Inter, Inter, vete a tomar por el culo-- fue repetido hasta la saciedad por una masa muy amplia de barcelonistas. Igual que ocurrió el año pasado en París con el "puta PSG, puta PSG" que los parisinos respondían a grito de "puta Barça, puta Barça". En parte forma parte del juego, la adrenalina que supone la provocación y el enfrentamiento con la afición rival, pero en ocasiones se sobrepasan los límites.
Uno de los momentos más tensos se vivió tras el partido. Era tan evidente el ambiente caliente y la declaración por parte de las autoridades de ser un partido de alto riesgo, que la afición del Barça fue retenida durante una hora larga después del pitido final. La Polizia esperó al vaciado completo del Giuseppe Meazza y entonces autorizó una salida pausada de los hinchas barcelonistas. Y salir de allí no era tan sencillo: había que bajar por una rampa circular cerrada de más de 10 pisos de altura.
Provocaciones interistas
Con la policía en modo prevención para evitar altercados, el desalojo de culés se hizo muy lento. Y durante el proceso siguieron las provocaciones y los insultos. El momento de máxima tensión se alcanzó con la afición del Barça detenida durante unos 10 minutos en la rampa. Cerrada, pero con un lateral que en lugar de ser pared era una verja completa de rejilla que permitían ver perfectamente el exterior del recinto. Allí delante, aunque varios pisos por debajo, se agolpó una decena de hinchas del Inter con ganas de provocar.
Emepzaron haciendo gestos de despedida, en alusión a la eliminación europea y luego pasaron a los gestos de llorar, frotándose los ojos con las manos cerradas. Esto desató la ira de muchos barcelonistas que se pusieron agresivos. "Quédate ahí abajo, que ya verás cuando te coja" o "espérate ahí, hijo de puta, no te vayas, espérate, espérate", fueron algunos de los muchos mensajes que lanzaron a los interistas provocadores. Ellos, en lugar de irse, se reían y seguían provando: "Ala Madrid, ala Madrid".
Agresividad y xenofobia
Entonces salió la vena xenófoba, porque varios de los que insultaban no parecían italianos sino árabes. Así que empezaron los cánticos racistas. "Moro hijo de puta" o "ya verás cuando te coja puto moro de mierda", eran gritos aislados que se podían escuchar dentro del túnel. Pero fue a más y muchos barcelonistas se pusieron a cantar en coro el siguiente mensaje: "Odio al musulmán, odio al musulmán, odio al musulán, odio al musulmán, odio al musulmán". Hasta cinco veces se repetía la misma frase en cada cántico. Y fueron unos cuantos.
Curiosamente, mientras decenas de hinchas cantaban eso, en esa misma rampa cerrada se encontraban varios aficionados del Barça de origen africano, como puede verse en la imagen que corona este artículo. En la grada rival del Giuseppe Meazza había muchos asiáticos y norteafricanos. Muchos de ellos venían de Londres, son ciudadanos residentes o nacidos en Reino Unido pero muy culés. La mayoría no hablan castellano, así que probablemente no entendían lo que estaban cantando sus camaradas culés.
Y un poco de homofobia
Lo cierto es que no solo se quedaron en insultos racistas, sino que también pasaron a los homófobos: "Maricón de mierda", "lo tienes todo, moro y maricón" o, directamente, "eres homosexual", dicho a modo de insulto. Fue un momento muy desagradable que alimentaron muchos culés, mientras otra parte importante lo vivía con vergüenza, ignorando a los provocadores del Inter y a esa deplorable parte de la afición barcelonista que se siente cómoda profiriendo delitos de odio por su boca.