Vinicius es, a la espera de Kylian Mbappé, el gran icono del Real Madrid. Es un futbolista diferencial, con mucha clase, y solo superado por Rodri (Manchester City) en la lucha por el Balón de Oro. Sus inicios en el Bernabéu, sin embargo, no fueron fáciles, con partidos con el filial madridista y algunas actuaciones poco conviventes con el primer equipo. Hasta que destapó toda su magia.
igual que el Real Madrid en 2018 (ese año fue fichado del Flamengo), el Barça se ilusionó hace un año con la contratación de Vitor Roque, un delantero centro brasileño con mucho gol. Al menos, en su país.
La clase de Romario
La adaptación de Vitor Roque en el Barça fue complicada. El equipo estaba en crisis y Xavi Hernández apenas le dio carrete. El delantero no es un futbolista exquisito, como por ejemplo lo era Romario, sino un goleador. Un jugador de remate rápido. Un hombre de área.
Vitor Roque fue un actor muy secundario en el Barça y solo pudo celebrar dos goles. El pasado verano, el club lo puso en el mercado. Asumió que no era conveniente venderlo, porque había pagado 30 millones de euros fijos y otros 31 en variables, y su valor de mercado era muy inferior.
Pendiente de Flick
El Barça escuchó ofertas. También el futbolista, que se decantó por el Betis. En el equipo verdiblanco ha participado ya en 14 partidos, en los que ha marcado cinco goles (tres en la Liga). En el Villamarín están encantados con su rendimiento.
Vitor Roque, de 19 años, va a más. En Sevilla es feliz y su futuro se despeja. A final de temporada debe regresar al Barça, que de nuevo escuchará ofertas si Flick considera que sus características no se adaptan al equipo.