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Pep Guardiola deshoja la margarita de su futuro en Mánchester. El técnico de Santpedor se ha tomado unos meses de reflexión para comunicar la decisión sobre su futuro en primavera de 2025. El entrenador catalán termina contrato con el Manchester City en junio de 2025. Después de 8 años en el Etihad Stadium, el final de una era está más cerca que nunca.

Pese a que la leyenda del Barça no ha querido cerrar públicamente la puerta a una renovación, sí que ha confesado en rueda de prensa la experiencia que lo motivaría a seguir en los banquilos: "Sí, un día me gustaría dirigir una selección nacional como parte de mi carrera".

Plan fallido

Lo cierto es que uno de los combinados que se barabajan como posible destino de Pep era Inglaterra. La Football Association (FA) contrató a Lee Carsley con carácter provisional en un año de transición para los three lions. Sin embargo, el sorprendente revés contra Grecia en la Nations League (1-3) ha adelantado los planes. La FA ha llamado a Thomas Tuchel, agente libre desde que se desvinculara del Bayern de Múnich el pasado 30 de junio. 

En consecuencia, Guardiola se quedó sin uno de sus grandes deseos. El entorno del estratega catalán ya había filtrado a la prensa su deseo de sentarse en el banquillo de Inglaterra. Una voluntad truncada con el reciente anuncio del técnico alemán. Con elegancia, Pep ha felicitado a su homólogo: "Tuchel ha sido el elegido, por lo que felicidades. Es un gran trabajo y, después de nueve años aquí, no puedo más que desear lo mejor a InglaterraYo soy entrenador del City, y Tuchel ya ha sido confirmado, el resto no importa". 

Dura despedida

Desde luego, la salida anunciada de Txiki Begiristain, director de fútbol citizen hasta junio de 2025, no ayuda a renovar a Pep. Más bien, lo contrario: "Se va una parte de mí. Se marcha un amigo, el arquitecto de uno de los mejores equipos de la historia en el Barcelona y luego lo que hizo aquí. Hace tiempo que sabía de su marcha, y sé que está muy agradecido por su etapa aquí.Lo echaré de menos por su confianza, por el equilibrio que me ha dado. Cuando las cosas no iban bien y yo quería destruirlo todo, él siempre me decía que tranquilo. Me ayudó mucho en el Barcelona y aquí. Aún así, el club está muy bien estructurado, hay que seguir adelante".

Txiki Begiristain, en una imagen de archivo durante un entrenamiento REDES

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