Jules Koundé ha dicho basta. El crack del FC Barcelona ha entrado al trapo a las críticas sobre su forma de vestir. En concreto, el programa Rothen s'enflamme de la televisión de Francia había cuestionado el polémico look de Ibrahima Konaté, central del Liverpool que se había presentado en Clairefontaine hasta con la cara tapada.
No solo destacó el defensor red a su llegada a la concentración de los bleus. También el propio lateral azulgrana y Michael Olise, fichaje estrella del Bayern de Múnich, aparecieron con sendos abrigos de cuero. La extravagancia se ha extendido a todo el combinado galo.
"Es un circo"
La controversia llegó hasta el mencionado formato televisivo. El presentador del espacio, Jerome Rothen, había llegado a tachar de circo la llegada de los futbolistas franceses: "¡Es un circo! ¿Cómo puede aceptarlo Deschamps?”. Jean-Michel Larqué, exjugador de la selección gala, echó más leña al fuego en el debate del programa: "Su primera preocupación antes de llegar a Clairefontaine es saber cómo se disfrazarán".
Las críticas llegaron a oídos de Koundé, que no dudó en mandarles un recado con ironía: "Pero en fin, señores, no os dejéis llevar así por tan poco. Ante esta abundancia de bondad ya no tenemos otra opción. A la próxima reunión prometemos llegar todos con el chándal, los crampones en los pies sin olvidarnos de la parca por si llueve Sr. Larqué".
Exigencias de Flick
En can Barça, esta práctica también se había convertido en tradición. El misterio sobre el próximo conjunto que vestirá Koundé para presentarse en el estadio mantenía en vilo al barcelonismo. Hasta la contratación de Hansi Flick, que ha normativizado hasta los aspectos más insustanciales. El técnico alemán ha exhibido su lado más estricto de sargento --a la par que cercano-- y ha cerrado las puertas del circo. Esta temporada 2024-25, todos los futbolistas azulgranas deben entrar en Montjuïc con el uniforme oficial del club.