La Champions es la gran pesadilla del PSG. Campeón casi por oficio en Francia, año tras año se estrella en Europa. Ni Kylian Mbappé, seguramente el futbolista más idolatrado del club en su corta historia, ni Luis Enrique, un técnico exigente como pocos, han encontrado el antídoto para superar los traumas del PSG, eliminado en semifinales por el Borussia Dortmund.
El PSG rozó la gloria en 2020. En la final de Lisboa. Perdió contra el Bayern (0-1) y nunca más ha tenido opciones de ganar la Champions. Este año parecía que, como mínimo, llegaría a Wembley, tras eliminar al Barça en los cuartos de final.
La expulsión de Araujo
El equipo de Luis Enrique fue superior al Barça. Hizo méritos suficientes para plantarse en las semifinales. Sin embargo, el PSG estuvo contra las cuerdas hasta la expulsión de Araujo a los 30 minutos del partido de vuelta disputado en Montjuïc.
Con un futbolista menos, el Barça no supo defender. No se lo creyó y acabó devorado por un PSG que tuvo en Dembelé a su futbolista más desequilibrante. La defensa azulgrana concedió demasiado al campeón francés y el resultado final fue muy duro para los culés: 1-4 en Montjuïc.
Seis remates al poste
El Borussia Dortmund, un equipo mucho más físico e intenso que el Barça, tumbó al PSG en una eliminatoria en la que los frances estrellaron seis veces el balón en los postes. El conjunto alemán tuvo suerte, pero también resistió bien las embestidas galas.
Mats Hummels, en el minuto 50, marcó el único gol del Dortmund en el Parque de los Príncipes. El PSG no marcó en 180 minutos y ahora llora su eliminación. La pesadilla continúa y París sigue sin celebrar ninguna Champions.