La afición del Athletic Club suele marcar su territorio de forma intensa. Algunos incluso se hacen notar por los altercados que realizan a las afueras del estadio. Pero ante la disputa de las semifinales de la Copa del Rey contra el Atlético de Madrid llegaron a un límite que pudo haber provocado una desgracia. Fue durante un altercado entre las dos hinchadas, dejando a una persona que tuvo que ser trasladada al hospital tras recibir un botellazo en la cabeza.
Dicha anécdota fue contada por Ana, integrante de la Peña Atlética Rock & Roll y mujer de uno de los hinchas colchoneros agredidos fuera del estadio San Mamés, en una entrevista concedida en El Larguero. Según su versión, un grupo "decidió entrar en una restaurante. Estaban comiendo y cuando llevaban dos horas entró arrasando otro grupo. A un chaval le abrieron la cara, que es el que está en el hospital. A otro le dieron un botellazo en el ojo... Estaban muy asustados porque llamaron a la Policía y les dijeron que no podían acudir, porque no tenían efectivos".
Seguidamente, explicó que "estando esperando a la ambulancia volvieron a entrar otra vez y tuvieron otro altercado. Incluso pegaron a una chica que salió a fumar. Mi marido cree que tiene la mandíbula rota de una patada. No entendemos... que llamemos informando que estamos en un bar, que estamos agobiados, están entrando, nos van a matar a todos los que están aquí... Y que no venga nadie".
Caos alrededor de San Mamés
Esa situación provocó una respuesta contundente del Atlético de Madrid, que decidió compartir un comunicado para expresar que "el club quiere denunciar el deficiente operativo de seguridad y el caos provocado por el comportamiento inaceptable de algunos aficionados radicales del Athletic Club, que causaron situaciones de alto riesgo, tanto para los aficionados atléticos como para los profesionales de los medios de comunicación y el personal de seguridad de ambos clubes".
Del mismo modo, confirmaron que no van a vender entradas para los aficionados del Athletic Club durante el encuentro que deben disputar en el fin de semana del 26/27 de abril. Una medida acorde al caos que se vivió alrededor del estadio San Mamés y que despierta una ligera preocupación por la visita de los aficionados culés para el encuentro contra los de Ernesto Valverde el 3 de marzo.